La emisión separada de billetes por las distintas autoridades libias genera aún mayor confusión en el país

Dinares libios
ISMAIL ZETOUNI / REUTERS
Actualizado: domingo, 5 junio 2016 21:06

TRÍPOLI, 5 Jun. (Reuters/EP) -

La emisión y entrega de billetes por las autoridades del este y del oeste de Libia ha acrecentado la confusión y la división entre las dos regiones históricas en las que se encuentra dividido el país. Mientras en el este recibían la semana pasada un cargamento de billetes desde Rusia que ha permitido pagar cuatro meses de salarios atrasados. En Trípoli, los billetes enviados por Reino Unido aún no se han sido distribuidos, por lo que la población del oeste sigue sin recibir su dinero.

"Hemos pedido a muchas casas de impresión que impriman para nosotros, pero nadie ha aceptado. Por eso acudimos a los rusos", ha señalado un funcionario del Banco Central en la ciudad de Bayda (en el este del país), Ali Yehani. "No podíamos esperar más porque la situación económica está empeorando en el este" ha aseverado.

Las entregadas por separado han creado una mayor confusión entre la población en Libia, lo que podría debilitar al Gobierno de unidad, respaldado por Naciones Unidas, a pesar de sus esfuerzos por unir al país y rescatar a su economía en crisis.

La frustración con el Gobierno de unidad ha crecido a medida que se aproxima el mes del Ramadán para los musulmanes. "El primer ministro nos ha mentido. Nos dijo que todo iría bien y después nos abandonó", señalaba el soldado Walid Aguileh desde la cola de un banco de Trípoli. "¿Qué hace mientras nosotros estamos aquí haciendo cola?", se preguntaba.

Tanto las oficinas del Banco Central en Trípoli, en el oeste como las de Bayda, en el este, han asegurado que están actuando con neutralidad para aliviar la crisis y que los nuevos billetes serán distribuidos en todo el país.

La oficina de Bayda ya ha entregado parte de los 200 millones de dinares que llegaron el martes a bancos comerciales en el este y en el sur, ha explicado Yehani. Se espera que se produzcan más entregas en el oeste de Libia la próxima semana. En este sentido, Yehani ha afirmado que está "cooperando plenamente" con el departamento emisor del Banco Central en Trípoli.

El Banco Central de la capital ha pedido que se impriman mil millones de dinares en Reino Unido. Mientras, Yehani ha asegurado los 112 millones de dinares que aterrizaron el miércoles serán entregada a los bancos "en todas las ciudades de Libia, sin excepción".

FALTA DE CONFIANZA Y CRÍTICAS

Pero la desconfianza es profunda. Yehani ha señalado que el Banco central de Bayda se había visto obligado a actuar porque en los últimos 18 meses en el este habían recibido menos de la mitad de lo que debían recibir en concepto de pagos de Trípoli.

El Banco Central de Trípoli se ha alineado con el Gobierno de Unidad, que emitió un comunicado la semana pasada diciendo que la distribución de billetes impresos por Rusia podría conducir a la división política, al colapso de la moneda y la hiperinflación.

Los diplomáticos occidentales también se han mostrado críticos. La embajada estadounidense ha señalado que comparte la preocupación del Gobierno de unidad por los billetes impresos por Rusia "podrían ser falsificados y mermar la confianza" en la moneda de Libia y en la capacidad del Banco Central de Libia para manejar la política monetaria.

"Espero que este asunto del dinero no de lugar a la división del país", ha señalado Moataz al Oraibi, un vecino de Benghazi que ha explicado que se ha producido un retraso de cuatro meses en el pago de los salarios. "Si la situación que estamos viviendo continúa, el país se dividirá y nosotros pagaremos el precio", ha añadido.

UNA PROFUNDA RECESIÓN

La economía de Libia se ha ido deteriorando rápidamente. Antes era una de las naciones más ricas de África, pero el conflicto y la crisis política tras el levantamiento que derrocó a Muamar Gadafi hace cinco años han hundido las exportaciones de petróleo que proporcionaban casi todos los ingresos del país.

Los ingresos procedentes de la venta de petróleo han caído alrededor de un 15 por ciento respecto de su nivel de 2013 y a ello se une el déficit presupuestario y de cuenta corriente que rondaron en torno al 75 por ciento en 2015, según el Banco Mundial. Por otro lado, las reservas de divisas se desplomaron de 108.000 millones de dólares en 2013 a 57.000 millones a finales del año pasado.

Así, el valor del dinar libio en el mercado negro es un tercio de su valor oficial. Los niveles de vida han caído y los precios se han disparado. Como ejemplo, el precio del pan se quintuplicó el año pasado. Como consecuencia de la inestable situación, de los 6,3 millones de habitantes de Libia, alrededor de 1,3 millones precisan de ayuda humanitaria, de acuerdo con Naciones Unidas.

La situación en Trípoli parece relativamente normal, sus carreteras están congestionadas de tráfico e incluso se han abierto nuevas tiendas y restaurantes en algunos barrios. Sin embargo, el pago de salarios se ha retrasado durante meses y los bancos han limitado estrictamente la retirada de dinero, lo que ocasiona que se formen grandes colas en los cajeros que en ocasiones empiezan por la noche. El mes pasado se produjo una estampida en un banco y varias personas murieron por los disparos de la seguridad.

En realidad, los economistas aseguran que hay mucho dinero en circulación, pero la gente prefiere guardarlo en su casa porque no confía en los bancos.

LA TAREA DEL GOBIERNO DE UNIDAD

Resolver la aguda crisis de liquidez que sufre el país parece ser la clave para el éxito del Gobierno de unidad que desde hace dos meses lucha por establecerse en Trípoli y hacer valer su presencia y autoridad.

La población del oeste no ha notado ninguna mejora en su vida diaria, mientras en el este, los funcionarios han tratado de resolver sus dificultades financieras de forma independiente, tratando de exportar su propio petróleo sin éxito y pidiendo un suministro de 4.000 millones de dinares libios (más de 2.600 millones de euros) en nuevas divisas.

El Gobierno respaldado por la ONU está destinado a reemplazar a los dos Gobierno rivales establecidos en Trípoli y en el este en 2014. El Gobierno asentado en el este fue reconocido internacionalmente pero a pesar de sus intentos nunca obtuvo un control real sobre la Empresa Nacional del Petróleo y el Banco Central de Libia.