ESTAMBUL, 3 Ene. (Reuters/EP) -
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha defendido ha defendido este domingo la investigación penal abierta contra los dirigentes del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), prokurdo, que han defendido el "autogobierno" de la región turca de mayoría kurda del sureste del país.
"Las declaraciones de los dirigentes del HDP suponen un delito constitucional. Los fiscales les han abierto una investigación. Deben seguir con ello", ha afirmado Erdogan en declaraciones recogidas por el diario turco 'Hurriyet'. "Creo que el proceso comenzará con la retirada de la inmunidad y tendrá un impacto positivo en el clima de nuestro país en la lucha contra el terrorismo", ha añadido.
Los dirigentes del HDP son diputados en el Parlamento turco, por lo que cuentan con inmunidad. Sin embargo, pueden ser procesados y condenados a una pena que cumplirían una vez se les termine el mandato y la inmunidad asociada.
Este domingo, medios kurdos han denunciado la ofensiva militar turca sobre varios distritos kurdos, como Silopi, en la provincia de Sirnak, donde habrían muerto dos personas. Allí, las fuerzas turcas están empleando fuego de carros de combate y varias personas han sido detenidas.
Un hombre ha muerto por los disparos de la Policía cuando los agentes irrumpieron en su casa. La esposa del hombre ha resultado herida de gravedad, informa la agencia de noticias kurda Firat. Una mujer de 35 años murió también en Silopi por el impacto de un proyectil.
En Sur, provincia de Diyarbakir, una mujer de 38 años y madre de tres hijos murió por el impacto de una "bala de cañón" lanzada por la Policía contra su casa. La fallecía sería Melek Alpaydin.
Unos 200 militares y policías y cientos de milicianos han muerto desde el pasado 15 de diciembre, cuando las fuerzas turcas iniciaron una ofensiva contra el grupo kurdo Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
En julio se rompió el alto el fuego pactado por el PKK y Turquía en el marco de unas negociaciones de paz que pretendían cerrar un conflicto que se ha cobrado unas 40.000 vidas desde que estalló, en 1984. El alto el fuego estuvo en vigor dos años.
