MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno español ha condenado este lunes el atentado perpetrado el pasado sábado contra el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, en Adís Abeba, en el que fallecieron dos personas y más de 150 resultaron heridas. Madrid ha destacado las "prometedoras políticas de apertura democrática" de Ahmed, que resultó ileso.
"España condena enérgicamente el atentado del pasado sábado 23 de junio en de la plaza Meskel, en Adís Abeba, Etiopía, al término de una manifestación de apoyo al primer ministro, Abiy Ahmed (...). El Gobierno de España traslada sus condolencias a los familiares de las víctimas y desea la pronta recuperación de los heridos", explica en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
El Gobierno español subraya que "la violencia no es, ni puede ser, la vía para introducir cambios en la vida política de ningún país, bajo ninguna circunstancia", y "reitera su firme defensa de los principios democráticos y el pleno respeto al Estado de Derecho y a los Derechos Humanos".
"El Gobierno de España seguirá apoyando las prometedoras políticas de apertura democrática que el primer ministro ha puesto en marcha en los últimos meses, así como sus medidas en favor de la unidad, la reconciliación y el desarrollo de Etiopía", prosigue el comunicado.
Por último, el departamento que dirige Josep Borrell emplaza a Ahmed y a su Gobierno a "que no ceje en este empeño reformista por acciones como ésta, que solo buscan desestabilizar la convivencia y truncar las ansias de cambio de la sociedad etíope".
El gobernante Consejo del Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF) ha asegurado que "el desarrollo, la paz y las reformas democráticas lanzadas en el país no se verán disuadidos por el malvado acto de las fuerzas contra la paz. Este ataque cobarde no nos hará retroceder; más bien fortalecería nuestra unidad", según una declaración.
Además de prometedoras reformas económicas, Abiy ha sorprendido a los etíopes este mes al decir que estaba listo para implementar plenamente un acuerdo de paz con Eritrea que se firmó en 2000 después de una guerra de dos años. Durante años, Etiopía se negó a implementar el acuerdo y dijo que quería más conversaciones.
