Actualizado: domingo, 18 abril 2010 22:49

MADRID, 18 Abr. (OTR/PRESS) -

Tres aerolíneas europeas, Air France, KLM y Lufthansa, no han detectado daños en sus aviones después de realizar varios vuelos de prueba para comprobar el efecto de la nube de ceniza piroclástica en sus aparatos, un dato esperanzador de cara a la posible reapertura del espacio aéreo del norte y el centro de Europa. Sin embargo, este domingo se alcanzó un nuevo mínimo en la actividad aérea con la cancelación de 20.000 de los 24.000 vuelos previstos para el continente.

Las primeras pruebas realizadas por Air France-KLM han arrojado resultados satisfactorios, según informó un responsable del grupo franco-holandés. El ensayo fue realizado por un vuelo de París a Toulouse que concluyó "sin problemas" a la espera de nuevas pruebas. Air France-KLM anunció que tiene intención de operar, el lunes, siete vuelos a larga distancia desde los aeropuertos de Toulouse y Pau, si las condiciones así lo permiten.

La aerolínea holandesa KLM dijo que un Boeing 737-800 voló sobre Holanda a una altura normal de 10.000 metros, a un máximo de 13.000 metros y a otros niveles, sin que se dañaran sus motores u otras partes del avión.

Por su parte, la alemana Lufthansa dijo que diez de sus aviones volaron entre Fráncfort y Múnich a altitudes de hasta 8.000 metros, a la espera de divulgar los resultados de los ensayos, que serán repetidos por otras aerolíneas.

En total, la agencia europea de control aéreo, Eurocontrol, pronosticó que de los 24.000 trayectos previstos para un domingo normal, sólo podrán realizarse apenas 4.000.

El organismo refleja así un ligero descenso con respecto a los vuelos que pudieron partir el sábado, 4.886, y recuerda que desde el jueves se han tenido que cancelar hasta 63.000 vuelos en el espacio aéreo europeo. "Por desgracia la situación se ha deteriorado algo más hoy", afirmó el subdirector de orperaciones de Eurocontrol, Brian Flynn, en declaraciones a Reuters.

"La zona geográfica en riesgo potencial por la nube de ceniza se ha ampliado ligeramente hacia el sur a través de Francia e Italia e incluso más hacia el sureste", dijo.

REVISIÓN DE LA NORMATIVA

Sin embargo, las principales asociaciones de aeropuertos y líneas aéreas europeas, el Consejo de Aeropuertos Internacional (ACI Europe) y la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA), abogaron por una revisión de la normativa sobre las restricciones de vuelo por cenizas.

"Aunque las aerolíneas y aeropuertos de Europa consideran la seguridad una prioridad absoluta, se cuestionan la proporcionalidad de las restricciones de vuelo actualmente en vigor", indicó ACI Europe en un comunicado suscrito también por AEA.

"La erupción del volcán islandés no es un acontecimiento sin precedentes y los procedimientos aplicados en otras partes del mundo para las erupciones volcánicas no parecen hacer necesarias las restricciones que han sido impuestas en Europa", prosigue.

El secretario general de la AEA, Ulrich Schulte-Strathaus, afirmó que los vuelos de verificación efectuados por varias compañías no han puesto de manifiesto "ninguna irregularidad en absoluto". "Esto confirma nuestra petición para que se apliquen otras opciones para evaluar el riesgo real. Por ejemplo, la FAA tiene un procedimiento vigente a nivel mundial para identificar zonas de exclusión de vuelo", dijo en referencia a la Administración Federal de Aviación estadounidense.

El director general de ACI Europe, Olivier Jankovec, dijo, por su parte, que la paralización de 313 aeropuertos es ya peor que el cierre del espacio aéreo estadounidense tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Así, más de 6,8 millones de pasajeros se habrían visto afectados y las pérdidas se cifrarían para los aeropuertos en cerca de 136 millones de euros, dijo.

"Muchos miles de pasajeros siguen atrapados en los aeropuertos debido a esta situación. La seguridad sigue siendo una prioridad no negociable, pero no es incompatible con nuestra legítima demanda de que se reconsideren las actuales restricciones", apostilló.

El subdirector de Eurocontrol insistió en que se trata de una decisión que depende de cada país. "La información de los vuelos de prueba está siendo analizada por las personas pertinentes, pero las directrices que está siguiendo toda la comunidad de la aviación se basan en que la operación segura de los aparatos civiles sólo puede tener lugar en los lugares en los que no haya absolutamente ningún riesgo de posibles nubes de ceniza", dijo Flynn.

"Los modelos que manejan todos en este momento muestran que actualmente existe un riesgo potencial. Y por esa razón se han cerrado los aeropuertos", agregó.

REANUDACIÓN PARCIAL

En cualquier caso, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Diego López Garrido, afirmó este que la mitad de los vuelos europeos podrían operar el lunes a pesar de la nube de ceniza.

"El pronóstico es que la mitad de los vuelos podrían operar el lunes. Será difícil. Por eso debemos coordinarnos", apuntó López Garrido en declaraciones a los medios desde Bruselas tras entrevistarse con funcionarios de la agencia europea de control aéreo, Eurocontrol.

López Garrido se reunió con los directivos del organismo en calidad de representante de la presidencia española de la UE, que este semestre corresponde a España.

En la entrevista también participó el vicepresidente de la Comisión y comisario de Transportes, Siim Kallas, quien calificó de "insostenible" la actual situación y explicó que las autoridades europeas trabajan ya para lograr una solución que no ponga en riesgo la seguridad. "No podemos esperar hasta que las cenizas desaparezcan", dijo.

El propio Kallas se refirió a la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Transportes de la UE convocada para el lunes por el ministro de Fomento, José Blanco, para evaluar la información de los vuelos de prueba. "Teniendo en cuenta la nueva información de los vuelos de prueba del sábado y este domingo podremos tomar una decisión", dijo Kallas. El Consejo se celebrará por videoconferencia.

CONTINÚA LA ERUPCIÓN

Mientras, el causante del caos aéreo, el volcán situado bajo el glaciar Eyjafjallajökull, en el sur de Islandia, continúa expulsando a la atmósfera un torrente continuo de cenizas y las perturbaciones por la erupción siguen causando temblores en los alrededores del centro de la falla. Además, la ceniza cubre parte de las calles y campos del país.

La Agencia Meteorológica islandesa ha informado de la creciente intensidad de los temblores provocados por la erupción en comparación con los del sábado, aunque también constatan que la columna de humo es ahora de entre 4 y 5 kilómetros de altura, frente a los 11 kilómetros que alcanzó poco después de la erupción del 14 de abril.

"Son signos confusos. Hay algunos datos que apuntan a una disminución de la erupción, pero otros muestran que no está disminuyendo", afirmó un geofísico de la Agencia, Einar Kjartansson, en declaraciones a Reuters.

Este glaciar en concreto tiene unos 200 metros de altura, una dimensión mucho menor que las de otros glaciares que han sufrido erupciones volcánicas en su interior. Esto provoca que hay menos hielo, y agua, para sofocar la erupción. "Supone una producción más intensa de cenizas", explicó Kjartansson.

El volcán podría tardar meses en abrirse paso a través del resto del glaciar, lo que finalmente interrumpiría la emisión de vapor y ceniza, que serían sustituidos por la emisión de lava.

El glaciar Eyjafjallajökull es un destino frecuente de excursionistas islandeses y está situado a unos 120 kilómetros al sureste de Reikiavik.

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