GINEBRA, 1 Mar. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Estados Unidos está inmerso en una revisión de su participación en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para tratar de terminar con "la obsesión con Israel" de este organismo, según el secretario de Estado adjunto norteamericano Erin Barclay.
Washington ha criticado durante años el supuesto trato injusto del Consejo hacia Israel, al que el órgano de Derechos Humanos ha llegado a acusar de crímenes de guerra contra la población civil palestina de Cisjordania y la Franja de Gaza.
El actual Gobierno "sigue profundamente preocupado por la insistencia injusta y parcial sobre un país democrático", ha advertido Barclay, que ha hablado incluso de "obsesión" hacia Israel. Según el dirigente estadounidense, este sesgo pone en duda la credibilidad de los trabajos.
"Para que este Consejo tenga alguna credibilidad, debe abandonar sus posiciones parciales e improductivas", ha añadido, al anunciar una revisión de los "futuros compromisos" de Estados Unidos. "Mi Gobierno estudiará las acciones del Consejo con vistas a una reforma que permita cumplir plenamente la misión de proteger y promover los Derechos Humanos", ha afirmado.
Estados Unidos forma actualmente parte de este órgano con sede en Ginebra, junto a otros 46 países. Su puesto expira a finales de 2019.
