MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha advertido este lunes de que 3,7 millones de sursudaneses --un millón más que el año pasado-- se encuentran en situación de inseguridad alimentaria grave debido a la escasez de alimentos que ha provocado la oleada de violencia en el país y la sequía, que ha arruinado gran parte de las cosechas.
Por lo general, el comienzo de la temporada de lluvias en países como Sudán del Sur implica una reducción de los niveles de inseguridad alimentaria entre la población, ya que las cosechas comienzan a dar sus frutos y los precios del cereal bajan considerablemente. No obstante, este año, la grave sequía que ha asolado al país ha destrozado la inmensa mayoría de los cultivos en la región y ha dejado a millones de personas sin su principal fuente de sustento.
Por otro lado, el nuevo repunte de violencia que se ha producido a raíz de los enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente, Salva Kiir, y las tropas de su principal rival político, Riek Machar, han obligado a miles de personas a dejar sus casas y sus cosechas para evitar los combates.
Alrededor de un 30 por ciento de la población total del país sufre inseguridad alimentaria como consecuencia de la violencia y de las malas cosechas. La FAO ha advertido de que las existencias de comida se agotarán rápidamente, lo que puede aumentar de forma drástica el riesgo de hambruna.
"La nueva oleada de violencia ha tenido repercusiones muy graves en la producción agrícola del país, por lo que es necesario restaurar la estabilidad del país para conseguir que los agricultores puedan regresar a sus cultivos. Hay un número sin precedentes de personas que sufren inseguridad alimentaria y cada vez son más los sursudaneses que corren el riesgo de morir de hambre", ha señalado Serge Tissot, un representante de FAO.
La región de Ecuatoria es una de las zonas que más se ha visto afectada por la violencia en los últimos meses. Antes de que estallasen de nuevo los combates en la capital, Yuba, Ecuatoria albergaba más de la mitad de la producción de cereales del país. Según los datos proporcionados por FAO, se estima que sólo en esta región se han echado a perder más del 50 por ciento de los cultivos.
Por otro lado, muchos agricultores no pueden volver a sembrar los campos debido a las amenazas que reciben por parte de los milicianos. La agencia de Naciones Unidas ha alertado este lunes de que los precios del cereal han aumentado en más de un 500 por ciento, por lo que son inaccesibles para una gran parte de la población, que vive en la más absoluta pobreza. Por otra parte, el comercio se encuentra en un bloqueo constante, debido a que los distintos bandos beligerantes controlan las principales carreteras e impiden el paso de mercancías.
