Los trabajadores en el bloqueo de una refinería
STEPHANE MAHE / REUTERS
Actualizado: miércoles, 25 mayo 2016 14:49

Las principales patronales dan la "señal de alarma" y advierten del impacto de la situación en la economía

PARÍS, 25 May. (Reuters/EP) -

Francia ha comenzado a usar sus reservas estratégicas de petróleo por primera vez desde 2010 para contrarrestar los bloqueos que los sindicatos están llevando a cabo en sus refinerías, según ha anunciado este miércoles la federación de la industria petrolera gala

Los sindicatos, que protestan contra la prevista reforma laboral, mantienen piquetes en refinerías de todo el país. Unido a la compra por miedo de algunos ciudadanos, esto ha provocado que haya falta de combustible en buena parte del país, incluida París, en la última semana.

Francia sostiene que sus reservas de crudo valen para varios meses de consumo y se pueden usar para emergencias. La última vez que se emplearon fue cuando los sindicatos bloquearon las refinerías durante varias semanas en protestas contra la reforma de las pensiones en 2010.

Los expertos explican que las reservas de petróleo francesas no aumentan o disminuyen físicamente sino que las operadoras destinan volúmenes bloqueados en las refinerías afectadas por las huelgas a obligaciones de reserva estratégica, liberando otros volúmenes en lugares accesibles.

El presidente de la Unión Francesa de las Industrias Petroleras (UFIP), Francis Duseux, ha declarado a la emisora RMC que la industria ha estado usando las reservas estratégicas desde hace dos días. Una portavoz ha confirmado que "una pequeña cantidad" se ha usado.

"Cada día usamos el equivalente de alrededor de un día de consumo. En el peor de los casos, si la situación sigue siendo muy tensa, podemos hacerlo durante tres meses", ha indicado Duseux, añadiendo que incluso si todas las refinerías pararan, el sistema de oleoductos de Francia seguiría permitiendo a la industria operar.

Expertos en la industria confirman que las reservas --establecidas tras la crisis del petróleo de 1973-74 y almacenadas en 85 lugares en todo el país-- equivalen a la media de unos tres meses de consumo o algo más durante los meses de verano, cuando no se consume para calefacción. Se componen de un 44 por ciento de petróleo y un 66 por ciento de productos refinados.

El secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies, ha confirmado también el uso de las reservas, informa 'Le Figaro', aclarando que se ha gastado el equivalente a tres de los 115 días disponibles.

Estas reservas "permiten responder más rápidamente a los objetivos de entrega en una u otra región porque estos stocks están diseminados en el conjunto del territorio y cuando nos hemos visto confrontados a depósitos bloqueados (...) hemos utilizado estos stocks de una forma que sigue siendo relativamente marginal", ha puntualizado.

SEÑAL DE ALARMA DE LAS PATRONALES

Entretanto, las principales patronales del país --CGPME, FNSEA, MEDEF, UDES, Unapl y UPA-- han publicado este miércoles un comunicado conjunto para dar una "señal de alarma" ante la situación en la que vive inmerso el país.

"Las huelgas en los transportes y las dificultades en el aprovisionamiento de carburante empiezan a tener impacto en la actividad económica de nuestro país", han subrayado, incidiendo en que algunas empresas han ralentizado su actividad pero las "más frágiles ven su existencia amenazada".

"Esta situación no puede perdurar sin consecuencias graves para las empresas pero igualmente para los asalariados", han prevenido, defendiendo que aunque "la huelga es un derecho" esto no significa que su "única finalidad sea sembrar el desorden".

"Ante esta situación, corresponde al Estado velar por el respeto del derecho y adoptar las medidas que permitan garantizar el interés general, la libertad de trabajar y de circular libremente", han reclamado las patronales.

Igualmente, han reclamado a los sindicatos que "midan las consecuencias de sus actos en un contexto económico difícil" y han llamado a "la responsabilidad colectiva de cada uno para que los ultrajes al servicio de intereses particulares no pongan en peligro ese bien común que son las empresas francesas".

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