HULAYLA, 5 May. (Reuters/EP) -
Las fuerzas iraquíes han conseguido avanzar todavía más sus posiciones alrededor del oeste de Mosul, el último reducto de Estado Islámico en lo que una vez fue su gran bastión en Irak, aprovechando la debilidad de Estado Islámico en un pasillo norte de entrada a los últimos barrios bajo su control, y que se ha convertido en nuevo frente de guerra.
Así lo han demostrado las imágenes captadas por un dron de la 9ª División Acorazada del Ejército iraquí a las que ha tenido acceso la agencia Reuters, y donde se aprecia cómo la entrada del barrio noroccidental de Mushrafa está casi sin defensas yihadistas, al contrario de otras puntos de acceso, plagados de barreras antitanque y vehículos explosivos.
En su lugar, Estado Islámico había decidido defender Mushrafa con casi una treintena de hombres, muchos de ellos francotiradores, todos ellos abatidos por las fuerzas iraquíes. También había diseminado cinco coches bomba en la zona, todos destruidos a estas alturas, según el general y subcomandante de la 9ª, Walid Jalifa, desde Hulayla, al oeste de Musherfa.
El también general Yayha Rasool ha indicado que, después de esto, los yihadistas "simplemente no tuvieron tiempo de levantar nuevas barreras, y por ello llevamos dos días avanzando a buen ritmo", para poner fin a una ofensiva que se prolonga ya desde hace siete meses.
"Cuando abres múltiples frentes les resulta (a Estado Islámico) más difícil defenderse. Eso no quiere decir que no haya obstáculos", ha añadido, en relación no solo a las contramedidas mencionadas sino también sobre el uso de civiles como escudos humanos en el barrio, que dificultan el avance militar.
