Somalíes desplazados por la sequía
REUTERS / ZOHRA BENSEMRA
Actualizado: jueves, 7 diciembre 2017 13:35

MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Somalia ha conseguido evitar la hambruna este año gracias a la ayuda internacional recibida pero las perspectivas para 2018 son pesimistas y el país podría verse abocado de nuevo a esta tragedia, tras la hambruna vivida en 2011, si no se mantiene la asistencia, ha alertado este jueves Acción contra el Hambre.

Unos 3,3 millones de personas se enfrentan actualmente a una grave inseguridad alimentaria en el país, donde una grave y continuada sequía y las consecutivas malas cosechas han tenido un gran impacto en los medios rurales de vida de la población, según la Oficina para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO).

Aunque, "lo peor se ha evitado hasta ahora" gracias a las distintas ayudas, según la FAO, el último informe sobre seguridad alimentaria elaborado por FEWS NET y la agencia de la ONU indica que incluso aunque se mantenga la asistencia a los niveles actuales, "la hambruna sigue sigue siendo posible en las zonas más golpeadas".

"La asistencia humanitaria en Somalia durante este año ha conseguido evitar la hambruna pero la sequía se está intensificando y se prevé que se agrave para 2018. Si los niveles actuales de ayuda se reducen o se comprometen, Somalia podría verse inmersa en una espiral hacia la catástrofe", ha explicado el representante de Acción contra el Hambre en África Oriental, Hajir Maalim.

Según ha explicado la ONG en un comunicado, la escasez de lluvias durante cuatro temporadas consecutivas ha acabado con los cultivos y el ganado, dejando a las comunidades sin alimentos ni ingresos. Además, el aumento de los precios de los productos básicos está empujando a las familias más pobres a endeudarse y poniendo en peligro su capacidad de satisfacer sus necesidades diarias de supervivencia.

Se calcula que en el último año la sequía ha provocado el desplazamiento de unas 948.000 personas, unas 860.000 desde principios de 2017, de acuerdo con los datos de la ONU.

DESNUTRICIÓN INFANTIL

Las evaluaciones nutricionales llevadas a cabo por ACH entre desplazados en Mogadiscio han puesto de manifiesto que el 30 por ciento de los niños padecía desnutrición aguda, lo que significa una situación de emergencia crítica.

Además, ha precisado la ONG, los resultados de las evaluaciones en noviembre de 2017 en el distrito de Hudur en Bakool también apuntaban a una emergencia nutricional, con tasas de desnutrición aguda del 17,2 por ciento entre los niños desplazados. Los equipos de ACH han documentado una escasez extrema de agua entre las comunidades de Bakool, donde muchas personas no pueden acceder a más de 7,5 litros de agua por día, lo que está por debajo del estándar humanitario mínimo para cubrir las necesidades de supervivencia en emergencias.

Cuando en 2011 se declaró la hambruna en Somalia las condiciones eran similares, ha subrayado la organización, incidiendo en que la respuesta a gran escala tardó en llegar y murieron unas 250.000 personas.

"Las hambrunas no llegan repentinamente", ha resaltado Maalim. "Hoy los signos de alerta son evidentes. Debemos aprender del pasado y actuar, tanto a corto como a largo plazo para evitar lo peor", ha reclamado.

"Debemos actuar rápidamente para mantener los niveles actuales de ayuda y salvar vidas", ha señalado Maalim, para quien "es igualmente vital ayudar a las personas a reconstruir sus medios de subsistencia; fortalecer las redes de seguridad social; reforzar la resiliencia de las comunidades y los mercados; y, sobre todo, priorizar las soluciones políticas para poner fin al conflicto".

COSTE DE LA SEQUÍA

Según los resultados de la Evaluación sobre el Impacto y las Necesidades por la Sequía (DINA, por sus siglas en inglés), llevada a cabo por el Gobierno somalí con apoyo de la ONU, el Banco Mundial y la UE, la sequía ha provocado pérdidas de entre 1.000 y 2.230 millones de dólares al país.

Por otra parte, según este documento presentado el martes en Mogadiscio, Somalia necesitará una inversión de 1.770 millones de dólares para recuperarse de la sequía y fomentar la resiliencia frente a este fenómeno recurrente en el país en los próximos 3 a 5 años.