Herida una persona por la explosión de una 'bomba ping pong' en Bangkok

Actualizado: viernes, 16 junio 2017 11:34


BANGKOK, 16 Jun. (Reuters/EP) -

Una persona ha resultado herida este viernes por la explosión en Bangkok de una 'bomba ping pong' --un pequeño artefacto explosivo--, la última de una serie de deflagraciones de bombas pequeñas registradas en los últimos meses en Tailandia.

La explosión llega el día después de que las autoridades anunciaran que habían arrestado a un sospechoso relacionado con la explosión que dejó a más de 20 personas heridas en un hospital militar en mayo en Bangkok.

"Estaba escondida en una bolsa de plástico en un arbusto y el personal de limpieza la cogió y la abrió, lo que hizo que explotara", ha explicado a Reuters el comandante de la Policía en el distrito de Thonglor, Kajornpong Jitpakpoom. La persona que ha resultado herida es un barrendero.

"No parece ser un ataque deliberado. Podría estar relacionado con estudiantes que a veces usan bombas pequeñas como estas y las esconden", ha señalado Kajornpong. Estos pequeños artefactos se conocen como bombas 'ping pong' porque son del mismo tamaño que una pelota de tesis de mesa.

Un equipo de artificieros ha llegado al lugar de la deflagración para inspeccionarlo, según ha contado el jefe del equipo, que ha advertido de que es demasiado pronto para sacar conclusiones.

En los últimos meses se han registrado varias pequeñas explosiones en Bangkok, cuya autoría no ha sido reivindicada por ningún grupo terrorista aunque podrían ser obra de detractores de la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado que lideró el general Prayuth Chan Ocha en mayo de 2014.

La junta castrense que lidera el general Prayuth ha prometido que habrá elecciones en 2018, tras haber retrasado en varias ocasiones su promesa de celebrar comicios democráticos y después de haber aprobado una reforma de la Constitución que refuerza el poder de las Fuerzas Armadas y su influencia en el futuro gobierno.

Las Fuerzas Armadas tailandesas pueden detener a civiles en bases militares sin tener que presentar cargos, una situación que ha provocado que varios activistas defensores de los Derechos Humanos acaben siendo juzgados por tribunales castrenses, designados por la junta para los temas que considera de seguridad nacional.

En agosto de 2016, varias explosiones registradas en localidades turísticas acabaron con la vida de cautro personas y dejaron decenas de heridos. Ningún grupo reivindicó la autoría de los ataques.

El jefe de la junta militar de Tailandia, el general Prayuth Chan Ocha, ha dicho que si hay más atentados y disturbios se podrían aplazar las elecciones previstas para finales de 2018.

Tailandia lleva más de una década inmersa en una crisis política derivada de las diferencias entre los que apoyan a la familia de los hermanos Yingluck y Thaksin Shinawatra, dos primeros ministros cuyos gobiernos fueron derrocados por los dos últimos golpes de Estado, y los sectores monárquicos leales a la élite militar que ahora ostenta el poder.

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