Los Hermanos Musulmanes exigen a Mursi que declare el estado de emergencia en Egipto

Actualizado: domingo, 27 enero 2013 9:30

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los Hermanos Musulmanes han exhortado al presidente de Egipto, Mohamed Mursi, a que declare el estado de emergencia para aplacar el "vandalismo" en el país en caso de que sea necesario, según ha sostenido un prominente miembro de su brazo político.

En un comunicado, el secretario general del Partido Libertad y Justicia (FJP), Mohamed Ibrahim al Beltagis ha urgido a Mursi a que intervenga de forma inmediata con "fuerza y determinación" para evitar la muerte de más ciudadanos y atajar los disturbios.

"¿Qué esperáis que ocurra más?", le ha espetado Al Beltagis a Mursi; al primer ministro, Hisham Qandil; al ministro de Defensa, el general Abdel Fatá al Sisi; y al ministro de Interior, el general Mohamed Ibrahim, a los que ha hecho llegar el comunicado a través de la red social Facebook.

"Vuestro deber es intervenir de forma inmediata para lidiar con este vandalismo con todos los medios legítimos reconocidos en la Constitución, incluyendo la declaración de un estado de emergencia, si las circunstancias lo justifican", aduce Al Beltagis.

Este "deber", ha argumentado, "no tiene nada que ver con las disputas o los diferentes puntos de vista políticos de la situación nacional". "No tiene nada que ver tampoco con los derechos a manifestarse y acampar, ni con las protestas políticas pacíficas", ha sentenciado.

Nueve personas fallecieron este viernes y más de 400 resultaron heridas en una ola de manifestaciones en todo el país con motivo del segundo aniversario del inicio de las revueltas que depusieron al expresidente Hosni Mubarak.

Este sábado se han reanudado las protestas en El Cairo y en Suez, que finalmente han degenerado en disturbios. A esto se suma la muerte de al menos 27 personas durante los disturbios en la ciudad de Port Said.

Los enfrentamientos comenzaron ante la Prisión General de Port Said tras conocerse la condena de muerte a 21 aficionados por la tragedia en el estadio de fútbol de la ciudad en la que fallecieron 74 personas en febrero del año pasado. Los manifestantes, la mayoría familiares de los convictos, intentaron asaltar la prisión, pero las fuerzas de seguridad respondieron empleando gases lacrimógenos.