Actualizado: miércoles, 22 marzo 2017 4:17

MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

El partido-milicia chií libanés ha negado este martes que su líder militar, Mustafá Badredine, muriera a manos de miembros del grupo, tal y como ha asegurado durante la jornada el jefe del Ejército de Israel, Gadi Eisenkot, según ha informado el diario libanés 'The Daily Star'.

La respuesta de Hezbolá, que no ha dado más detalles, ha llegado horas después de que Eisenkot indicara que "de acuerdo con informes (periodísticos), (Badredine) murió a manos de sus superiores, lo cual evidencia el nivel de crueldad, complejidad y tensión entre Hezbolá y su patrón, Irán". "Estos informes se corresponden con la información que tenemos", añadió.

Badredine, de 55 años de edad, se hizo cargo de las operaciones militares de Hezbolá después de la muerte en 2008 de Imad Mughniye --que era además su cuñado--, en un ataque atribuido al Ejército de Israel.

Hezbolá sostiene que Badredine fue asesinado en una de sus bases cerca del aeropuerto internacional de Damasco, por disparos de artillería realizados por los grupos armados que luchan contra el Gobierno de Bashar al Assad en Siria.

La cadena emiratí Al Arabiya indicó el mes pasado que Irán, que al igual que Hezbolá apoya al Gobierno sirio con tropas sobre el terreno, buscaba la forma de relevar a Badredine de sus obligaciones militares en Siria porque no estaba contento con su actuación.

En la misma línea, un alto cargo de seguridad de Israel reveló a Reuters la semana pasada que Badredine y las autoridades iraníes mantenían una tensa relación por sus diferencias sobre cómo enfocar la campaña militar en Siria.

De acuerdo con esta fuente, habían concertado una reunión cerca del aeródromo damasceno donde Badredine, al que el Gobierno estadounidense señala como máximo responsable de las operaciones de Hezbolá en Siria, perdió la vida.

Badredine era uno de los cinco miembros de Hezbolá procesados por el Tribunal Especial para Líbano (TEL) como responsables del asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, una de las principales figuras suníes del país, en el atentado perpetrado el 14 de febrero de 2005 en Beirut.

Israel, país contra el que Badredine también dirigió operaciones militares, definió la muerte del comandante de Hezbolá como buenas noticias pero negó cualquier responsabilidad en este crimen.

Irán, por su parte, expresó su dolor por la pérdida de "este gran yihadista que demostró devoción y fuerza y fue legendario en su defensa de los grandes objetivos del Islam y en su defensa del pueblo libanés".

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