MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha acusado este lunes al Gobierno de Argelia de deportar a Níger a más de 3.000 migrantes subsaharianos desde el 25 de agosto sin darles la oportunidad para apelar su expulsión del país.
En su comunicado, la organización ha resaltado que entre los expulsados figuran migrantes que vivían y trabajaban en el país desde hace años, embarazadas, familias con recién nacidos y cerca de 25 niños no acompañados.
"Nada justifica detener a personas por su color de piel y deportarlas en masa", ha dicho la directora de HRW para Oriente Próximo y Norte de África, Sarah Leah Whitson.
"El poder de un país para controlar sus fronteras no es una licencia para tratar a la gente como criminales o asumir que no tienen derecho a estar allí por su raza o etnia", ha subrayado.
El jefe del gabinete argelino, Ahmed Uyahia, afirmó el 7 de julio que los migrantes "son una fuente de criminalidad y drogas", resaltando qeu las autoridades debían proteger a la población del "caos". Días después, el ministro de Exteriores, Abdelkader Mesahel, señaló que los migrantes "representan una amenaza para la seguridad nacional".
HRW ha indicado que en durante las operaciones los migrantes fueron detenidos en la calle, en zonas de construcción en las que trabajaban o en sus viviendas, tras lo que fueron trasladados a una instalación en Zeralda, en la capital del país, Argelia.
Testigos citados por la organización han indicado que los detenidos pasaron entre uno y tres días en salas abarrotadas sin sábanas y con escasez de comidas. Tras ello, fueron trasladados a un campamento den Tamanrasset (sur) y desde allí expulsados a Níger.
Tres de los migrantes entrevistados han afirmado que creen que la Gendarmería actuó contra ellos por el color de su piel. "Cuando trabajadores negros vieron a los gendarmes intentaron huir, pero les persiguieron y les metieron en una furgoneta", ha relatado uno de ellos.
Asimismo, una ONG con base en la localidad maliense de Gao (norte) ha señalado que varios malienses fueron expulsados de Argelia a través de la frontera común, marcada por la inseguridad y la presencia de grupos armados.
El Comité Internacional de Rescate (IRC), que opera en la localidad nigerina de Agadez, ha señalado que entre los expulsados figuran cientos de personas de nacionalidad nigerina, maliense, camerunesa, marfileña y guineana.
Esta organización ha indicado que los migrantes fueron expulsados en varias fases, detallando que el primer convoy llegó a Agadez el 25 de agosto y el último el 25 de octubre. El IRC ha registrado a 3.232 migrantes --entre ellos 850 niños-- llegados desde Argelia.
HRW ya denunció en diciembre de 2016 la detención de más de 1.400 migrantes subsaharianos en Argelia durante ese mismo mes, de los cuales varios cientos fueron deportados a Níger.
