Ataque aéreo en Duma, en Ghuta
REUTERS / BASSAM KHABIEH
Actualizado: viernes, 22 diciembre 2017 20:53

MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que el Gobierno sirio y las fuerzas rusas han intensificado los bombardeos en el distrito de Ghuta Oriental, en Damasco, y ha alertado de la utilización de bombas de racimo mientras la población civil está atrapada y con acceso restringido a la ayuda humanitaria.

"El mundo observa silenciosamente a Rusia y Siria apretando la soga alrededor de la población de Ghuta Oriental con ataques ilegales, armas prohibidas y un asedio devastador. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debería exigir que Siria ponga fin de inmediato a sus tácticas que están privando de alimentos a la población, evitando que los civiles se vayan y negando la ayuda humanitaria", ha declarado la directora adjunta de HRW en Oriente Próximo, Lama Fakih.

Las fuerzas del Gobierno sirio mantienen sitiado Ghouta Oriental desde 2013, un distrito con una población de 400.000 habitantes. En octubre de 2017, el Gobierno restringió el uso del cruce Al Wafideen, el único punto de entrada para mercancía comercial, agotando la escasa comida y suministros médicos, lo que provocó una exponencial subida de los precios.

Durante la segunda quincena de noviembre la operación militar conjunta ruso-siria llevó a cabo más de 400 ataques aéreos en la zona, según el grupo antigubernamental Defensa Civil Siria y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Durante este tiempo, los ataques, tanto aéreos como terrestres, y el asedio han causado la muerte de al menos 190 civiles, incluidos 51 niños, según la Red Siria de Derechos Humanos. Además, HRW ha denunciado el uso de bombas de racimo.

Las leyes de la guerra no prohíben el asedio siempre que el daño a la población civil no exceda la ganancia militar esperada, el hambre no se use como método de guerra y la ayuda humanitaria no se vea obstaculizada, ha recordado HRW. Sin embargo, ha alertado de que las fuerzas sirias han restringido severamente la entrada de alimentos y medicinas esenciales y también la salida de civiles de Ghuta Oriental.

Un trabajador de Naciones Unidas ha afirmado que "el Gobierno rechaza sistemáticamente las medicinas y el equipo médico que salvan vidas". La ONU calcula que cerca de 500 personas requieren una evacuación médica inmediata y que al menos 10 personas han muerto desde junio mientras esperaban el permiso del Gobierno para salir de Ghuta Oriental. HRW considera que el Gobierno obstaculiza intencionadamente la evacuación de estas personas con necesidades médicas urgentes.

Además, la situación en el distrito es límite, con los hospitales colapsados. "Había un niño, Osama Al Tuji, tenía 5 años y murió de una infección cerebral. Podríamos haberlo salvado. Solo necesitaba un antiviral, algo que es fácil de encontrar en cualquier farmacia de Damasco, pero no aquí", ha dicho a HRW un representante de uno de los centros médicos de Ghuta Oriental.

El pasado domingo varias ONG denunciaron la situación en Ghuta Oriental. "Pedimos a las partes en conflicto que reduzcan la violencia y faciliten el acceso con fines humanitarios", apuntan las ONG, que señalan que durante noviembre solo han podido entrar dos convoyes humanitarios suficientes solo para 7.000 de los 400.000 civiles atrapados en Ghuta Oriental.

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