HRW exige a Afganistán y EEUU que pongan fin a la impunidad de la violencia

Actualizado: martes, 3 marzo 2015 12:10

WASHINGTON, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha exigido este martes al nuevo Gobierno de Afganistán que enjuicie a las autoridades y militares que hayan violado los Derechos Humanos en el pasado y sus actos hayan quedado impunes. En esta línea, la ONG ha pedido al Gobierno de Barack Obama que presione al presidente afgano, Ashraf Ghani, aprovechando que visitará Estados Unidos este mes.

"El Gobierno afgano anterior y Estados Unidos permitieron a individuos poderosos y abusivos cometer atrocidades durante demasiado tiempo sin tener que rendir cuentas", ha denunciado el subdirector para Asia de Human Rights Watch, Phelim Kine. "Ahora Estados Unidos, que ayudó a instalar numerosos caudillos y hombres poderosos tras el derrocamiento de los talibán, debe conducir un esfuerzo internacional para apoyar al nuevo Gobierno para eliminar los abusos graves de los Derechos Humanos", ha añadido.

En un informe de 96 páginas publicado este martes, HRW ha podido documentar incidentes que han demostrado que la violencia se ha enraizado como patrón a seguir en Afganistán, una violencia con la que las víctimas no han conseguido ningún tipo de reparación oficial.

Además, la ONG ha advertido de que la impunidad que existe sobre las figuras poderosas del país plantea "serias preocupaciones" sobre el Gobierno afgano y los esfuerzos internacionales para armar, entrenar y mantener las unidades de la Policía Nacional de Afganistán y las fuerzas locales.

APOYO DE ESTADOS UNIDOS

Según ha recordado HRW, el Gobierno del expresidente Hamid Karzai no presentó ante la justicia a los responsables de la violencia, ya fueran políticos, empresarios o militares. Esta situación, fomentó que se produjeran nuevos abusos y despertaron el malestar entre la población local que, finalmente, acabaron apoyando a los talibán o a otras milicias antigubernamentales. Con la llegada de Ghani, el Gobierno se comprometió a que las fuerzas de seguridad respondieran por sus acciones y a poner fin a violaciones de los Derechos Humanos como la tortura.

En medio de estas nuevas promesas, el informe de HRW --basado en 125 entrevistas realizadas a víctimas de abusos y sus familiares, así como a testigos, trabajadores del Gobierno, líderes comunitarios, periodistas y activistas-- ha demostrado que los miembros de las fuerzas se seguridad afganas que han cometido abusos y violaciones de los Derechos Humanos ha quedado generalmente impunes.

Por ejemplo, las fuerzas bajo el mando de Hakim Shujoyi han matado a decenas de civiles en la provincia de Uruzgán. Pese a que existe una orden de detención contra él, sigue en libertad y la evidencia sugiere que ha contado con el apoyo de las fuerzas estadounidenses, según ha apuntado HRW.

Por otra lado, la organización ha denunciado que en la provincia de Paktika, las fuerzas de la Policía Local de Afganistán, bajo el mando de Azizullá, han cometido múltiples secuestros y asesinatos. En este caso, HRW también ha denunciado que Azizullá ha trabajado en estrecha colaboración con las Fuerzas Especiales de Estados Unidos a pesar de que es conocida la brutalidad y violencia con la que actúa.

Pero no es la primera vez que la ONG denuncia una relación estrecha de apoyo entre Estados Unidos y la impunidad en Afganistán. Según han recordado en el informe, cuando el exdirector de la Dirección Nacional de Seguridad Asadullá Jalid buscó atención médica en Estados Unidos, recibió la visita personal de Obama, un hecho que HRW interpretó como "un poderoso mensaje de apoyo estadounidense a un conocido violador de los Derechos Humanos".

Por ello, HRW ha instado al Gobierno afgano a que investigue todas las denuncias de abusos cometidos por parte de las fuerzas de seguridad afganas y a destituir y enjuiciar adecuadamente a las autoridades y comandantes implicados en abusos graves. Asimismo, ha pedido que el Ministerio del Interior disuelva los grupos armados irregulares y que los haga responsables de los abusos que han cometido.

"Estado Unidos debe aplicar plenamente la Ley Leahy, que prohíbe la prestación de asistencia militar a cualquier unidad de las fuerzas de seguridad extranjeras donde hay evidencia creíble de que la unidad ha cometido violaciónes graves de los Derechos Humanos y que no se están tomando medidas efectivas para llevar a los responsables ante la justicia", han recordado.

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