Imágenes del antes y el después de la demolición de aldeas rohingyas en Rajine
HRW
Actualizado: viernes, 23 febrero 2018 12:08

Las fotografías muestran aldeas de musulmanes completamente destruidas por el paso de maquinaria pesada entre noviembre y enero

MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

UNICEF teme por el futuro de 720.000 niños rohingya atrapados por la violencia o amenazados por los tifones 

Nuevas imágenes satelitales revelan que las fuerzas del Gobierno birmano han destruido con excavadoras decenas de aldeas de musulmanes rohingyas que quedaron abandonadas cuando huyeron de la última ola de violencia, según ha denunciado Human Rights Watch.

Las imágenes exhibidas por la ONG ponen de manifiesto que decenas de aldeas de rohingyas han quedado arrasadas tras el paso de las fuerzas gubernamentales birmanas. Las imágenes han sido tomadas en febrero de 2018 y las anteriores datan de diciembre de 2017.

HRW ha reclamado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a la ONU y a sus agencias y a los donantes de Birmania que exijan al Gobierno birmano que detenga "de inmediato" la "demolición" de las aldeas rohingyas, que deberían ser tratadas como "escenarios de crímenes" y que deberían ser protegidas como tales hasta que la misión de investigación de Naciones Unidas pueda acceder para analizar lo sucedido.

HRW ha asegurado que, desde finales de 2017, el Gobierno birmano ha destruido "al menos 55 aldeas", en las que ha acabado con todas las viviendas y con la vegetación "empleando maquinaria pesada. "La mayoría de estas aldeas están entre las 362 aldeas completa o parcialmente destruida por ataques incendiarios" desde el 25 de agosto, cuando las fuerzas birmanas, en respuesta a una serie de ataques de milicianos, pusieron en marcha su "campaña de limpieza étnica contra los rohingyas".

La ONG ha subrayado que las imágenes tomadas por satélite ponen de manifiesto que dos aldeas que anteriormente no habían sufrido daños fueron "demolidas" y han quedado ahora "inhabitables". "Cientos de edificios han sido demolidos en otras diez aldeas parcialmente destruidas por ataques incendiarios", ha indicado.

LAS ALDEAS FUERON ESCENARIO DE "ATROCIDADES" Y DEBEN SER PROTEGIDAS

El director para Asia de HRW, Brad Adams, ha denunciado que muchas de las aldeas destrozadas "fueron escenario de atrocidades contra los rohingyas" y deberían ser "protegidas" para que los expertos nombrados por la ONU para documentar los abusos puedan "evaluar adecuadamente las pruebas para identificar a los responsables". "Demoler estas zonas amenaza con borrar el recuerdo y las reclamaciones legales de los rohingyas que vivía allí", ha afirmado.

HRW ha contado que ha revisado una serie temporal de imágenes satelitales tomadas entre el 11 de noviembre de 2017 y el 19 de febrero de 2018 y que las fotografías muestran que dos aldeas situadas en Myin Hlut que no habían sufrido daños fueron demolidas por las fuerzas gubernamentales birmanas.

"Entre el 9 de enero y el 13 de febrero fueron demolidas y aplanadas con maquinaria pesada. Human Rights Watch no ha podido verificar de forma independiente si alguna de las aldeas destruidas estaba habitada cuando comenzó la demolición. Las imágenes satelitales revisadas por HRW muestran que las demoliciones están en curso", ha denunciado la organización de defensa de los Derechos Humanos.

HRW ha señalado que las imágenes muestran que las demoliciones de aldeas de rohingyas con graves daños o con edificios destruidos en el estado de Rajine comenzaron en noviembre de 2017 en Maungdaw y que, posteriormente, se detuvieron durante "un mes aproximadamente". En enero de 2018 se retomaron las demoliciones en aldeas situadas al sur de Maungdaw y, desde allí, siguieron en dirección norte "rápidamente".

Tras recordar que el Gobierno birmano ha anunciado que construirá viviendas en las zonas de las aldeas de rohingyas que han quedado destruidas, contando con el apoyo de Naciones Unidas y siguiendo sus directrices internacionales en materia de urbanismo, HRW ha denunciado que las fuerzas militares birmanas han cometido "asesinatos, violaciones, arrestos arbitrarios y ataques incendiarios" en "cientos" de aldeas rohingyas, lo que ha llevado a 688.000 rohingyas a huir de Rajine con destino a Bangladesh.

NO HA VUELTO "NINGÚN ROHINGYA" A RAJINE DESDE AGOSTO

A pesar del acuerdo entre los Ejecutivos de Birmania y de Bangladesh, la ONG ha dejado claro que "ningún refugiado rohingya" ha regresado a Birmania y que continúa el flujo de miembros de esta comunidad musulmana hacia Bangladesh. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, aseguró el 13 de febrero que todavía no se cumplen las condiciones mínimas para llevar a cabo una repatriación voluntaria de los refugiados rohingyas.

HRW ha hecho hincapié en que el derecho internacional establece que las personas que han sido privadas de forma arbitraria o ilegal de sus viviendas tienen derecho a retornar a sus casas y a que se les devuelvan los terrenos.

En este sentido, la ONG ha recalcado que cualquier demolición de aldea que haya destruido pruebas de crímenes es una "aparente obstrucción a la justicia". "El Gobierno birmano ha fallado al no investigar con credibilidad los graves abusos supuestamente cometidos por las fuerzas de seguridad desde el 25 de agosto, que HRW cree que pueden ser considerados como crímenes contra la Humanidad", ha afirmado HRW.

La organización no gubernamental ha recordado que el Ejecutivo birmano se ha negado a conceder el visado a los miembros de la misión de investigación de la ONU, que fue creada por el Consejo de Derechos Humanos en marzo de 2016, con lo que ha impedido que "recopile pruebas en las zonas afectadas en el estado de Rajine". "Además, ha bloqueado de manera efectiva que cualquier medio independiente o grupo defensor de los Derechos Humanos pueda acceder de manera significativa al estado de Rajine", ha indicado.

Adams ha subrayado que la demolición de decenas de aldeas de rohingyas hace aumentar la preocupación por la posibilidad de que las familias de esta comunidad no puedan regresar a sus poblaciones.

"Destruir deliberadamente aldeas para destruir pruebas de crímenes graves es una obstrucción a la justicia. Los Gobiernos donantes deberían garantizar que no dan ningún apoyo directo o indirecto que pueda impedir que se haga justicia o ayudar a los responsables de la limpieza étnica en sus esfuerzos por aparentar que los rohingyas no tienen derecho a volver a sus aldeas en el estado de Rajine", ha concluido.

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