Los independentistas critican el "insulto" de Londres al prometer autogobierno y financiación

La bandera escocesa ondea en una casa en Escocia
RUSSELL CHEYNE / REUTERS
Actualizado: sábado, 4 julio 2015 21:08

Con las encuestas ligeramente lideradas por el 'no', Westminster ofrece un proceso sin precedentes que ampliará los privilegios actuales

LONDRES, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

El compromiso de los tres principales líderes políticos británicos de transferir poderes sin precedentes a Escocia y de mantener el actual modelo de financiación si el 'no' triunfa en el referéndum sobre la independencia ha polarizado la campaña a menos de 48 horas de la apertura de los colegios electorales, ya que los nacionalistas lo consideran un "insulto" a los votantes.

La intervención del primer ministro, David Cameron; del jefe de la oposición laborista, Ed Miliband; y del dirigente liberal-demócrata y viceprimer ministro, Nick Clegg; ha molestado al bando Yes Scotland (Sí Escocia), que cuestiona el momento elegido para el anuncio del refuerzo de competencias y recursos si los ciudadanos rechazan la separación.

La palabra rubricada por los tres líderes en la portada del diario escocés 'Daily Record' avanza "amplios nuevos poderes" para el Parlamento escocés, garantizados "por el proceso y calendario acordados", un reparto "equitativo" de los recursos y "categóricamente afirma" que la última palabra en financiación del Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) corresponderá a Escocia, en base a la "continuidad" del actual método del Ministerio del Tesoro británico para determinar la distribución de gasto público.

Mantener la denominada fórmula Barnett significaría que Edimburgo mantendría un mayor gasto per cápita que Inglaterra, incluso si poderes clave como la política tributaria, o la gestión de los recursos financieros, son transferidos a Edimburgo. Para la viceprimera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, la ocasión escogida para el anuncio cuestiona su intención real: "Si hubiese una intención seria de dar más poderes, ¿por qué no se ha hecho antes?".

En Londres, una creciente corriente de políticos y analistas había asumido que el traspaso de competencias modificaría la base a partir de la que se calculan las partidas para Escocia que, actualmente, garantizan un nivel de inversión por habitante mayor. La oferta de los tres líderes, sin embargo, blindaría este privilegio.

MALESTAR DEL SNP

Las posibilidades de la propuesta no convencen al Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), que acusó al aparato político de Westminster de "tratar a los votantes con desprecio" e invitó al electorado a desconfiar, ya que "no hay garantías para nada" de que se materialice si se confirma la continuidad del statu quo el próximo jueves.

Por ello, Sturgeon ha mantenido que la independencia es el aval de "mejores vidas" para los escoceses y aunque ha reconocido que no es una "varita mágica, representa una oportunidad absoluta". De momento, no obstante, los sondeos la sitúan marginalmente por detrás. La denominada Encuesta de Encuestas, que coteja los resultados de las más recientemente publicadas, mantiene al 'no' por delante con un 51 por ciento, frente al 49 que se llevaría el 'sí' si se excluyen los indecisos.

Su peso en el veredicto final ha convencido a los partidarios de la unión de la necesidad de aumentar su disposición a incrementar la soberanía de Escocia, un objetivo que el propio líder del SNP y artífice del plebiscito, Alex Salmond, había propuesto en su día como alternativa a la separación total de Reino Unido.

Cuando las negociaciones para el referéndum tuvieron lugar, David Cameron denegó la posibilidad de incluir en el plebiscito una segunda pregunta basada en la apertura de un proceso integral de devolución de competencias, el denominado 'devo-max', pero ahora el premier lo plantea como la alternativa a la ruptura que defiende el SNP.

RECURSOS DE LOS PRO-UNIÓN

Su firma junto a la de los otros dos principales líderes políticos de Reino Unido en el documento que promete un armazón de transferencias sin precedentes constituye uno de los últimos ases en la manga de Better Together (Mejor Juntos) para intentar decantar el debate a su favor.

Su estrategia ha cambiado el foco inicial de los efectos perniciosos que ir por libre supondría para Edimburgo hacia un nuevo acercamiento que ofrece competencias que den respuesta a las ambiciones de autogobierno de los escoceses.

El problema es que este giro se produjo a la vez que el 'sí' experimentaba el auge en las encuestas que ha dejado el plebiscito prácticamente igualado, lo que ha entregado al SNP munición para cuestionar la seriedad de las promesas de Londres.

Better Together se ha defendido en base a que "los riesgos económicos se volvieron de repente muy ciertos la semana pasada", cuando el apoyo a la independencia se puso por delante por primera vez. Por ello, uno de los responsables de la campaña, Douglas Alexander, el portavoz de Exteriores laborista, aseguró hoy que "no hay nada vergonzoso en llevar apuestas políticas a la portada de un periódico a pocos días" de la votación.

IMPLICACIÓN DE GORDON BROWN

El responsable del acuerdo fue el ex primer ministro Gordon Brown, quien se ha implicado tanto con Better Together que actualmente está considerado por la prensa británica como el verdadero líder la campaña, por encima del director oficial, su ex ministro del Tesoro Alistair Darling.

Brown, quien ha asegurado que se plantea volver a la primera línea política si el SNP continúa con lo que ha denunciado como "las mentiras en torno al NHS", ha elevado notablemente su perfil en la carrera del 18 de septiembre y aparece al nivel de su sustituto al frente del Laborismo, Ed Miliband.

Además de estar detrás del acuerdo presentado hoy en la primera página del 'Daily Record', él mismo se había encargado ayer de avanzarlo, profundizando así en el plan de trabajo anunciado también por él sobre el inicio del proceso de transferencias la jornada posterior al plebiscito, para darles rango de ley esta misma Legislatura.

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