La inseguridad alimentaria en Centroamérica alienta la migración hacia Estados Unidos

Migrantes hacen cola en la frontera entre Honduras y Guatemala
REUTERS / JORGE CABRERA
Actualizado: miércoles, 23 agosto 2017 15:11

MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

La vulnerabilidad de ciertas zonas de Centroamérica a la inseguridad alimentaria, entre otras razones por las prolongadas sequías de los últimos años, ha contribuido al aumento del número de migranes que intentan llegar de forma irregular a Estados Unidos, según un estudio elaborado por varias agencias internacionales.

El informe, 'Seguridad Alimentaria y Emigración: Por qué la gente huye y el impacto que esto tiene en las familias que permanecen en El Salvador, Guatemala, y Honduras', pone el foco en los motivos que llevan cada año a miles de personas a emprender una ruta en la que pueden incluso perder la vida.

El fenómeno del Niño entre 2014 y 2016 ha aumentado la vulnerabilidad de zonas del Corredor Seco centroamericano y el hambre podría haber alcanzado niveles inéditos. El documento señala que el 47 por ciento de las familias entrevistadas padecían en sus países inseguridad alimentaria, una proporción que nunca antes se había registrado.

Además, el 72% de los hogares han tenido que recurrir a medidas de "emergencia" para afrontar su situación, como por ejemplo vender sus tierras, animales y herramientas para comprar alimentos, según el informe, que actualiza a su vez los datos de otro estudio publicado en 2015 bajo el título de 'Hambre sin fronteras'.

QUIENES QUEDAN ATRÁS

Los investigadores han analizado también la situación de quienes quedan atrás, que pueden verse abocados a pagar las deudas de los parientes que han emigrado. Si el intento por llegar a Estados Unidos fracasa, la familia queda a merced de una deuda que acrecienta las necesidades alimentarias.

El 78 por ciento de los familiares que quedan en el país de origen reciben mensualmente una remesa y un 42 por ciento de estos hogares dependen de este envío como única fuente fija de ingresos. Más de la mitad del dinero es destinado a comprar alimentos, seguido por inversiones agrícolas y en pequeñas empresas.

El estudio ha sido elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), con la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Organización de Estados Americanos (OEA), y tiene como objeto arrojar luz a una crisis que parece no tener final.

El director del PMA para América Latina y el Caribe, Miguel Barreto, ha destacado que el estudio "brinda una importante visión de por qué huyen las personas y el impacto en los miembros de las familias que permanecen en sus países".

El secretario general adjunto de la OEA, Nestor Méndez, ha recordado que "millones" de personas de la región padecen hambre, una muestra de que "queda mucho por hacer". En este sentido, confía en que investigaciones de este tipo permitan "ayudar a encontrar soluciones para aquellos que se ven obligados a abandonar sus hogares por el hambre".

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