Mulá Omar
Foto: KHAAMA PRESS
Actualizado: miércoles, 29 julio 2015 17:55

KABUL, 29 Jul. (REUTERS/EP) -

La Inteligencia afgana ha confirmado este miércoles la muerte del líder de los talibán afganos, el mulá Omar, y ha zanjado así las especulaciones que se habían generado en torno a la actual situación de uno de los terroristas más buscados del mundo.

Medios de comunicación afganos y paquistaníes habían informado esta semana de que el mulá Omar, al que no se había visto en público desde 2001, llevaba dos años muerto. Fuentes gubernamentales afganas también habían confirmado este extremo a la BBC, aunque Kabul optó por la cautela como primera respuesta.

Sin embargo, un portavoz de la Dirección Nacional de Seguridad afgana --los servicios de Inteligencia--, Hasib Sediqi, ha dado por ciertas las informaciones, a través de un comunicado en el que ha asegurado que el líder talibán falleció en 2013 en un hospital paquistaní.

La Presidencia afgana tambén ha hecho pública otra nota para afirmar que, a partir de la "información creíble" facilitada por la Inteligencia, también "confirma que el mulá Mohamad Omar, líder de los talibán, falleció en abril de 2013 en Pakistán".

Por su parte, un portavoz de la Casa Blanca, Eric Schultz, ha afirmado que las informaciones parecen "creíbles" y ha apuntado que la Inteligencia norteamericana trabaja para verificarlas.

El Gobierno considera que, con el principal cabecilla ya desaparecido, la insurgencia puede estar más dispuesta a involucrarse en conversaciones de paz. En este sentido, ha llamado a "todos los grupos armados a aprovechar la oportunidad y unirse al proceso" abierto.

El Ejecutivo y los talibán se han citado esta semana para una nueva ronda de conversaciones, en principio el jueves y el viernes en un lugar aún por confirmar.

SUCESIÓN

Con la muerte del mulá Omar se abre ya oficialmente la lucha por la sucesión en el seno de una organización que está dividida por cuál debe ser la estrategia a seguir. Algunos dirigentes apoyan el diálogo con las autoridades y otras, en cambio, abogan por seguir con la lucha armada.

Un portavoz insurgente ha reconocido que están en una "encrucijada" y que les llevará "algo de tiempo" decidir su futuro. En este sentido, ha reconocido que existe división en la sucesión y, mientras unos prefieren al hijo del difunto dirigente, otros optan por Ajtar Mohamad Mansur, partidario del diálogo.

El enviado especial de la ONU para Afganistán, Nicholas Haysom, ha apuntado que, pase lo que pase, la confirmación del fallecimiento del mulá Omar "supone una oportunidad para que los afganos pasen página del pasado y se centren en trabajar para vivir juntos y en paz".

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