MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) - Israel ha procedido este martes a retirar los detectores de metales de la entrada de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén y a cambiarlos por cámaras, con la esperanza de que la ola de violencia que se vive en la zona llegue a su fin, pero los palestinos han insistido en que las medidas siguen siendo inaceptables. Las tensiones crecieron desde la instalación de los detectores en el complejo en el que está ubicada la mezquita Al Aqsa después que dos guardias israelíes murieran en el lugar tras haber sido alcanzados por disparos de tres árabe-israelíes el 14 de julio, lo que derivó en los enfrentamientos más sangrientos en años entre israelíes y palestinos. El aumento de la tensión y la muerte de tres israelíes y cuatro palestinos entre el viernes y el sábado generó preocupación internacional. Finalmente, en la madrugada de este martes el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, decidió quitar los detectores de metales. En un comunicado, el gabinete de seguridad ha precisado que ha decidido seguir la recomendación de los cuerpos de seguridad de Israel y reemplazar los detectores con cámaras "inteligentes". Durante la madrugada, trabajadores municipales israelíes comenzaron a trabajar en las calles que rodean al complejo Al Aqsa para colocar las estructuras de metal en las que se instalarán los circuitos cerrados de televisión. En su comunicado, el Gobierno ha precisado que se destinarán 100 millones de sequels (unos 24 millones de euros) en los equipos y patrullas adicionales en los próximos seis meses. El primer ministro palestino, Rami Hamdalá, y el clérigo musulmán que está a cargo del complejo Al Aqsa han criticado las nuevas medidas de Israel. "Rechazamos todos los obstáculos que dañan la libertad de oración y demandamos que se vuelva a la situación previa al 14 de julio", ha señalado Hamdallá a su gabinete en Ramala, en Cisjordania. El grupo religioso Waqf, que controla los sitios islámicos en el complejo Al Aqsa, ha sostenido que los fieles seguirán orando en las calles aledañas y que no entrarán en el complejo, donde también se ubica el Domo de la Roca y un antiguo templo judío. Un portavoz de Waqf ha indicado que están a la espera de una decisión de un comité técnico pero quieren que se vuelva a la situación previa al ataque.