Centro de detención de inmigrantes en Roma
REUTERS STAFF
Actualizado: martes, 9 mayo 2017 20:58

ROMA, 9 May. (Reuters/EP) -

Italia abrirá nuevos centros de detención de inmigrantes en diferentes puntos del país en los próximos meses para acelerar las deportaciones de extranjeros en situación irregular, a pesar de las numerosas críticas recibidas, que aseguran que dichos centros no son sólo inhumanos para sus ocupantes, sino que no producen el resultado deseado por las autoridades.

Varias violentas manifestaciones y las enormes dificultades a las que tienen que hacer frente las autoridades italianas a la hora de identificar a los inmigrantes que llegan por mar han desencadenado el cierre de varias instalaciones similares en los últimos años. No obstante, el Ministerio del Interior italiano le ha pedido a los gobiernos regionales que proporcionen un total de 1.600 nuevas camas en los centros.

El ministro del Interior, Marco Minniti, ha asegurado que los inmigrantes deben ser detenidos para prevenir que escapen antes de poder ser enviados de vuelta a casa.

Los planes del Gobierno incluyen la reapertura de un centro de detención para hombres en Ponte Galeria, en las afueras de Roma, donde varios inmigrantes llegaron a coserse las bocas en señal de protesta por las condiciones antes de que fuera destruido por sus propios residentes en 2015.

Durante el fin de semana, varios periodistas de Reuters han visitado la sección femenina del centro de Ponte Galeria y han podido conversar con varias internas de nacionalidad nigeriana. Todas ellas han solicitado asilo desde el centro.

De las 63 mujeres que se encuentran retenidas a día de hoy en el centro reformado, más de dos tercios están esperando la resolución de sus solicitudes de asilo. Veintisiete de ellas son nigerianas, muchas de ellas víctimas de la explotación sexual.

Isoke Edionwer, de 28 años, ha contado que fue forzada a prostituirse durante cinco años, pero que hace dos fue capaz de pagar su deuda al proxeneta que la controlaba. Vivió en Nápoles durante varios meses hasta que fue enviada de vuelta al centro hace unas semanas.

"Soy una persona cambiada. Ya no soy una prostituta", ha dicho. La joven quiere volver a Nápoles y ganarse la vida vendiendo jabones y otros elementos en una pequeña tienda que acababa de abrir.

Los miles de inmigrantes que llegan a las costas italianas a través del Mediterráneo están poniendo a Italia en jaque. El número de personas que ha alcanzado el país ha aumentado en un 40 por ciento en lo que va de año después de que más de 181.000 inmigrantes llegaran por barco en 2016. Más de 175.000 de ellos se encuentran en centros de detención.

El senador Luigi Manconi, del Partido Democrático, ha dicho que el "nuevo estilo" de centros de detención va a seguir sin funcionar, porque los trabajadores son los mismos y ya han demostrado que no son capaces de determinar las identidades reales y las nacionalidades de la mayor parte de los inmigrantes que deportan.

"Si no funcionaban antes, la solución no es crear un montón de nuevos centros", ha asegurado. El senador ha hecho especial referencia a las víctimas de explotación sexual, ya que alega que en vez de ser encerradas, el Estado debería protegerlas. "¿Por qué no se las protege? ¿Suponen una amenaza para el Estado? ¡No!", ha señalado.

Entre el 45 y el 50 por ciento de los inmigrantes que se encuentran retenidos en centro de detención son deportados por las autoridades. Muchos otros no pueden ser identificados o son rechazados en sus países de origen y deben ser liberados en Italia. Se estima que en 2015 fueron deportadas 4.000 personas desde Italia.

Happy Idahosa, de 20 años, fue capturada por la Policía en la ciudad de Perugia en Año Nuevo y enviada a Ponte Galeria. "No hice nada malo" ha asegurado. "Vine a Italia porque aquí a paz y libertad, me quiero quedar", ha añadido.

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