Jóvenes, votantes con estudios superiores y minorías étnicas, base electoral anti 'Brexit'

Brexit Reino Unido
REUTERS
Actualizado: domingo, 19 junio 2016 14:26

La participación será clave en un referéndum en el que la educación jugará a favor de la UE

LONDRES, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

El empate técnico que durante meses ha dominado las encuestas del referéndum sobre la continuidad de Reino Unido en la Unión Europea está basado en una marcada división del electorado británico que se ha mantenido relativamente constante tanto en segmentos de edad, como nivel educativo, procedencia geográfica e, incluso, etnicidad.

En consecuencia, y ante lo ajustado de los sondeos, el veredicto del próximo jueves dependerá en gran medida de los indecisos, que a prácticamente cuatro días de la consulta siguen representando entre un 10 y un 12 por ciento de los votantes, y notablemente de la participación.

El bando a favor de la UE es consciente de que una baja concurrencia supone una de sus principales amenazas, por lo que está obligado a movilizar a la ciudadanía. Según evidenció un estudio reciente, será fundamental que quienes habitualmente se implican en las generales, pero no en las europeas, acudan a los colegios este jueves.

Como prueba, en los últimos comicios comunitarios la victoria fue para el UKIP, tercera fuerza en número de votos en las legislativas de mayo de 2015, en las que recabó cuatro millones de papeletas, aunque tan sólo obtuvo un diputado. De acuerdo con este informe, el 'Brexit' es probable si la participación global es de entre el 50 y el 55 por ciento y la de los partidarios de romper con Bruselas resulta cinco puntos mayor.

DIFERENCIA GENERACIONAL

Una de las certidumbres confirmadas por la demoscopia es que las generaciones jóvenes son pro-UE, en oposición a la tendencia de los sectores de mayor edad, los mismos que, por regla general, tienden a acudir con más asiduidad a las urnas. Por si fuera poco, los expertos han detectado una curiosa diferencia entre las encuestas por internet, que muestran empate técnico, y las realizadas por teléfono, que ponen a la opción de la continuidad por delante.

Un análisis de 'What UK Thinks', un grupo de estudio independiente que examina actitudes ante el plebiscito, evidencia que el porcentaje de los menores de 35 años que prefieren la permanencia es hasta veinte puntos superior al de los mayores de 55, lo que confirma la brecha generacional. Los expertos la vinculan fundamentalmente al contexto vital de los jóvenes, en el que la diversidad racial, social y religiosa no ha constituido una novedad, un factor que, a priori, reduciría su inquietud por el aumento de extranjeros, a diferencia de sus mayores, quienes han sido testigo del auge de la población foránea.

Puesto que el debate sobre de la inmigración se ha convertido en uno de los polos de atracción del bando a favor del divorcio, los británicos reacios a admitir más ciudadanos del resto de la UE son, inevitablemente, más propensos a elegir la casilla de 'abandonar' cuando este jueves tengan la palabra en el primer plebiscito en materia comunitaria al que Reino Unido se enfrenta en 41 años.

PESO DE LA EDUCACIÓN

Pero si hay un factor decisivo, de acuerdo con las investigaciones sociológicas, es la educación, un elemento que ayuda a entender la mayor predisposición de los jóvenes a la continuidad. Gracias a la universalización de los estudios superiores en las últimas décadas, las nuevas generaciones han ido a la universidad más que sus mayores, una experiencia que, de acuerdo con los analistas, los habría preparado para la competitividad de un mercado laboral abierto.

De igual modo, esta ventaja les brinda la oportunidad de beneficiarse del libre movimiento de personas que rige en los Veintiocho. Por el contrario, los segmentos sociales con menos cualificación que tienden a ocupar empleos más inestables y menor remunerados propenden a temer que la entrada de capital humano del continente dificulte todavía más su situación en el mercado de trabajo.

Estudios del British Election Survey, considerado una institución en materia de investigación electoral, y del British Social Attitudes, uno de los termómetros más precisos de la sociedad británica, evidencian, de hecho, que la división en materia educacional es incluso mayor que la relacionada con la edad.

La diferencia entre el apoyo a la UE de aquellos que han pasado por la universidad y quienes carecen de estudios superiores fluctúa entre el 30 y el 40 por ciento. Es más, sus investigaciones han concluido que la apuesta por la permanencia es relativamente popular entre quienes ostentan algún tipo de formación posterior a la educación obligatoria, mientras que la querencia por abandonar es elevada entre quienes se quedaron en el nivel de estudios preceptivos.

MINORÍAS ÉTNICAS

Además, de acuerdo con el British Election Survey, la etnicidad también podría jugar un papel clave, puesto que frente a la igualada fragmentación entre los votantes blancos, el 68 por ciento de los pertenecientes a minorías étnicas están a favor de permanecer.

El problema es que este contingente electoral, próximo a los cuatro millones de personas, aparece menos dispuesto a acudir a las urnas, un condicionante que tendría un impacto especialmente notable en el caso de Londres, donde el 55 por ciento de los 8,6 millones de habitantes responden a la clasificación de 'británicos no blancos', frente al apenas 13 por ciento del conjunto del país.

Con todo, la capital británica constituye uno de los grandes bastiones de la permanencia, ayudada por un carácter marcadamente multicultural y, dado el tamaño de su economía, por una menor exposición a la entrada de extranjeros. Este último factor, sin embargo, no se da en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, pero en los tres territorios se prevé la victoria de la continuidad, frente a la incógnita que sigue representando Inglaterra.