NAIROBI, 15 Nov. (Reuters/EP) -
El director de enjuiciamientos de Kenia ha ordenado este miércoles que se investiguen las muertes supuestamente a manos de la Policía de una niña y una bebé durante la escalada violencia que se desató en las últimas elecciones.
Stephanie Moraa, una niña de 8 años del suburbio de Mathare, en Nairobi, murió tras recibir el impacto de una bala perdida mientras la Policía disparaba para dispersar a los manifestantes el 12 de agosto, día en que se anunciaron los resultados de los comicios.
Por su parte, los padres de la bebé de 6 meses, Samantha Pendo, han mencionado que los efectivos policiales gasearon y apalearon a su hija y asaltaron su casa de Kisumu tratando de buscar a manifestantes. La organización civil Autoridad Independiente de Supervisión Policial (IPOA) no ha sido capaz de identificar al oficial de Policía responsable, lo que hace más difícil comenzar la acusación, de acuerdo con el fiscal jefe, Keriako Tobiko.
Tobiko ha ordenado que el Servicio Nacional de Policía empiece los procedimientos disciplinarios contra los cuatro jefes policiales que se encontraban en el cargo durante las operaciones que se llevaron a cabo en Kisumu.
Del mismo modo, ha afirmado que los padres de la bebé fallecida deberían solicitar a la Justicia compesaciones por parte las fuerzas de seguridad y ha urgido a que el Servicio de Policía compense a la familia de Stephanie Moraa por el uso ilegítimo que han hecho de la fuerza.
Según el Código Penal de Kenia, las investigaciones públicas son un modo que el Estado posee para resolver asesinatos en los que la causa es díficil de determinar. Un magistrado investiga y puede llamar a testificar a cualquiera que posea información potencial.
El IPOA se creó en 2011 después de la muerte de alrededor de 1.200 personas en los altercados violentos que sucedieron a los también disputados comicios de 2007. Desde entonces, ha recibido más de 9.000 quejas por brutalidad policial y corrupción. No fue hasta el año pasado cuando consiguió su primera sentencia, que estableció la condena de dos agentes acusados del asesinato de una joven de 14 años que recibió un disparo en una redada policial en 2014.
Aun así, rara vez se presentan cargos contra los cuerpos de seguridad y casi nunca se les condena. La Policía keniata ha tenido que hacer frente de manera frecuente a acusaciones de brutalidad y de ejecuciones extrajudiciales cometidas contra civiles y grupos pro Derechos Humanos. Estos han indicado que al menos 66 personas han muerto en situaciones de violencia relacionadas con las elecciones de agosto, así como en los disturbios que rodearon la repetición de estos comicios en octubre.
La asociación internacional de Policía Científica ha catalogado la actuación de la Policía keniata como la segunda peor entre los 127 cuerpos de seguridad estatales estudiados. Solo Nigeria y República del Congo se sitúan por debajo. La clasificación se ha elaborado en base a criterios de legitimidad y de procedimiento, entre otros.
