MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha asegurado que Washington "obviamente" espera que Líbano salga del bloqueo en el que se mantiene tras dos años de vacío presidencial, pero ha planteado dudas sobre el resultado que podría tener el apoyo mostrado por el líder del Movimiento Al Mustaqbal y ex primer ministro de Líbano, Saad Hariri, a la candidatura a la candidatura a la Presidencia de Líbano del líder del Movimiento Patriótico Libre (FPM), Michel Aoun.
"Obviamente espero que Líbano avance", ha señalado Kerry durante la rueda de prensa posterior a su encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores de Kuwait, Sabah al Jalid al Sabah.
"Pero no estoy seguro de los resultados que tendrá el apoyo que Saad Hariri ha ofrecido. No sé aún qué resultado habrá, pero tenemos esperanzas", ha continuado, respondiendo a una pregunta durante la rueda de prensa.
Así, ha señalado que "el 'impasse' sobre la cuestión de la Presidencia está dañando a Líbano, daña a la región y esperamos que avance".
Hariri anunció este jueves su apoyo a la candidatura de Aoun. Días antes, el secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, desveló la existencia de "acuerdos" entre el FPM y Al Mustaqbal de cara a una posible solución del vacío en la Presidencia del país.
Aoun ha contado desde el principio con el apoyo de Hezbolá, mientras que Hariri ha apoyado primero al líder de Falanges Libanesas, Samir Geagea, y posteriormente al líder del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh.
En los últimos días, los medios libaneses han publicado informaciones sobre una posible decisión de Hariri de apoyar un pacto que incluya acuerdos sobre la ley electoral, la exploración petrolera y las carteras de Finanzas y Energía a cambio de respaldar a Aoun.
El sistema político libanés contempla que la Presidencia del país debe ser ocupada por un cristiano, mientras que el primer ministro debe ser suní y el presidente del Parlamento, chií.
La falta de acuerdo sobre el sucesor de Michel Suleiman --quien abandonó el cargo en mayo de 2014-- ha llevado al país a sufrir el vacío presidencial más largo en su historia, si bien la situación no ha derivado en un conflicto armado, tal y como ocurrió en 1988 y en 2008.
En las dos ocasiones anteriores, las diferencias a la hora de seleccionar al presidente se saldaron con acuerdos regionales, una opción que parece distante en estos momentos debido a la inestabilidad que sufre Oriente Próximo.
