MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Varios milicianos del bando rebelde de la guerra civil siria y las milicias de autodefensa kurdas, las Unidades de Protección Popular (YPG), han llegado a las afueras de la antigua ciudad de Jarablos y han logrado reconquistar unas 300 aldeas en las provincias de Alepo y Raqqa, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Las YPG, apoyadas por varias milicias rebeldes, han logrado hacerse con el control de las aldeas de Zor Maghar, Ziara, Jrab Ato y Al Baiyadeiya, todas ellas situadas en la orilla del río Éufrates junto a la frontera con Turquía, tras violentos enfrentamientos con el autodenominado Estado Islámico.
En su avance las YPG han logrado hacerse con unos 296 pueblos desde el pasado mes de enero, generalmente luchando contra milicianos del Estado Islámico, que controlan actualmente casi todo el territorio sirio que queda entre el Tigris y el Éufrates, es decir, todo el tercio noreste del país.
Paralelamente, ha habido nuevos enfrentamientos entre kurdos y yihadistas en la parte norte del país, aprovechando que el Estado Islámico ha tenido que reforzar sus posiciones al sur y al este de sus dominios debido al avance de los kurdos iraquíes y de los gobiernos de Damasco y Bagdad.
El pasado mes de agosto, el Estado Islámico logró conquistar la ciudad siria de Raqqa, en la que ha establecido su capital. La provincia de Raqqa se encuentra controlada casi por completo por el Estado Islámico, aunque cada vez tiene más frentes abiertos.
