Liberadas de Boko Haram para ser violadas por los soldados de Nigeria a cambio de comida

Mujeres esperan a recibir ayuda en Banki, Borno
AFOLABI SOTUNDE/REUTERS - Archivo
Actualizado: jueves, 24 mayo 2018 10:55

Según Amnistía, miles de personas murieron de hambre en los campos establecidos para los rescatados por el Ejército

La ONG advierte de que estos abusos podrían constituir crímenes de guerra y de lesa humanidad

MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -

Miles de mujeres y niñas liberadas por las fuerzas de seguridad de Nigeria del yugo del grupo terrorista Estado Islámico se han visto violadas a continuación por quienes las habían rescatado, en algunos casos a cambio de comida, según ha denunciado este jueves Amnistía Internacional.

En su informe 'Nos han traicionado', la ONG revela cómo el Ejército nigeriano y la Fuerza Especial Conjunta Civil (JTFC, por sus siglas en inglés), una milicia que colabora en la lucha contra los milicianos islamistas, han separado a mujeres de sus esposos y las han confinado en remotos "campos satélite", donde las han violado, a veces a cambio de comida.

"Es estremecedor que personas que han padecido tanto con Boko Haram hayan sido condenadas a sufrir además terribles abusos a manos del ejército nigeriano", ha lamentado la directora de Amnistía Internacional Nigeria, Osai Ojigho.

Decenas de mujeres han descrito cómo los soldados y los miembros de la JTFC se valían de la fuerza y de amenazas para violarlas en los campos satélites, en muchos casos aprovechándose del hambre para obligarlas a ser sus "novias", lo que suponía estar sexualmente a su disposición en todo momento. La mayoría de esas mujeres habían perdido ya a hijos u otros familiares debido a la falta de alimentos, agua y asistencia médica, ha precisado la ONG.

Según han contado estas mujeres al personal de Amnistía, la explotación sexual se ajusta a un sistema organizado, en el que los soldados acuden abiertamente al campo en busca de sexo y los miembros de la JFTC eligen a las mujeres y las niñas que son "guapas" para llevárselas a los soldados que esperan fuera. El miedo atroz empujaba a las mujeres a no rechazar las demandas de sexo.

"El sexo en estas circunstancias tan sumamente coercitivas es siempre violación, incluso si no se utiliza la fuerza física, pero a los soldados y los miembros de la JFTC nigerianos les da igual porque no les pasa nada", ha lamentado Osai Ojigho.

La directora de Amnistía en Nigeria ha denunciado que "actúan como si no corrieran ningún riesgo de sanción, pero los responsables de estos actos y sus superiores, que han permitido que continúen impunemente, ha cometido crímenes de Derecho Internacional y deben rendir cuentas".

La organización ha llegado a la conclusión de que en algunos casos, los abusos parecen ser parte de una campaña de persecución de toda persona que parezca tener algo que ver con Boko Haram, ya que las mujeres afirmaban haber sido golpeadas y llamadas "esposas de Boko Haram" por los miembros de los servicios de seguridad al denunciar el trato que habían recibido.

MILES DE MUERTOS DE HAMBRE

Amnistía también ha recopilado datos que prueban que miles de personas han muerto de inanición en los campos de acogida de Borno, estado del noreste de Nigeria epicentro de la insurgencia de Boko Haram, desde 2015. Según ha denunciado, las personas confinadas en los campos satélite sufrieron una grave falta de alimentos desde principios de 2015 hasta mediados de 2016, cuando aumentó la asistencia humanitaria.

Así, ha indicado que sólo en el campo del hospital de Bama murieron cientos de personas aunque probablemente fueran miles. Las personas con las que ha hablado la ONG han contado que durante este periodo se producían de 15 a 30 muertes diarias por hambre y enfermedad. También se producían muertes a diario en otros campos satélite, como los de Banki y Dikwa.

Desde junio de 2016, la ONU y otras agencias humanitarias intensificaron la asistencia en los campos satélite, pese a los cual muchas mujeres han denunciado que persistieron los obstáculos para conseguir alimentos suficientes, agravados por las restricciones impuestas para que no pudieran abandonar los campos.

Además, ha indicado Amnistía, incluso cuando el Gobierno y las ONG internacionales distribuyen alimentos, la corrupción a gran escala impide a muchas personas acceder a ellos.

A este respecto, Ojigho ha advertido de que "confinar a la gente en campos sin alimentos suficientes, a pesar de que quienes administraban los campos sabían que las condiciones estaban causando muertes, vulnera los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario". "Quienes han permitido que ocurra esto podrían ser culpables de asesinato", ha prevenido.

MUJERES DETENIDAS POR SER "ESPOSAS DE BOKO HARAM"

Por último, el informe de Amnistía denuncia que cientos de mujeres han sido recluidas incluso con sus hijos desde 2015 "en el infame centro de detención del cuartel de Giwa", donde un número no determinado continúan bajo custodia militar. Muchas de ellas fueron detenidas por ser "esposas de Boko Haram" tras haber sido víctimas de secuestro o matrimonio forzado a manos de los milicianos.

Además, en el cuartel de Giwa también se produjeron casos de violencia sexual y al menos 32 niños y niñas, incluidos bebés, y cinco mujeres murieron bajo custodia desde 2016.

También en este punto, Ojigho ha recordado que "la detención de mujeres y niñas por su presunto matrimonio con miembros de Boko Haram es ilegal según el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y la legislación nigeriana, y es también indiscriminada".

En este sentido, ha considerado que ha llegado la hora de que el presidente del país, Muhamadu Buhari, "demuestre el compromiso que tantas veces ha expresado de proteger los Derechos Humanos de las personas desplazadas en el noreste de Nigeria". "La única forma de poner fin a estas terribles violaciones de Derechos Humanos es acabar con el clima de impunidad imperante en la región y garantizar que nadie comete violación o asesinato impunemente", ha sostenido.

Por ello, ha reclamado a las autoridades nigerianas que investiguen o den a conocer las investigaciones realizadas sobre "los crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en el noreste del país". "Deben también garantizar con urgencia, con el apoyo de los gobiernos donantes, que las personas que viven en los campos satélite reciben alimentos suficientes y que las que están recluidas arbitrariamente en centros militares de detención son puestas en libertad", ha agregado.