MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Líderes latinoamericanos han celebrado este viernes que el premio Nobel de la Paz 2016 haya ido a parar a su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, por sus "esfuerzos" para lograr la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha indicado que este galardón es "un nuevo incentivo" para acabar con el conflicto armado. En su opinión, puede ser un "dinamizador", tras el 'shock' que ha supuesto el triunfo del 'no' en el plebiscito.
La dirigente chilena, Michelle Bachelet, ha confiado también en que el Nobel de la Paz "sea el impulso final para el reencuentro en Colombia". "A seguir trabajando para asegurar que esa paz sea una realidad", ha apuntado en este sentido la canciller argentina, Susana Malcorra.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha valorado que se trata de "un reconocimiento al liderazgo y al compromiso con la paz" de Santos. En la misma línea se ha expresado el mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, que ha destacado los "decididos esfuerzos" de su par colombiano, a pesar de que "sus votantes no lo acompañaron".
"Qué viva la Patria Grande, qué viva Colombia. Hoy es un día de fiesta para toda la región, se le ha otorgado el premio Nobel de la Paz a ese querido presidente Juan Manuel Santos por su convicción, por su compromiso con la paz", ha dicho, por su parte, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Para el ministro de Exteriores de Paraguay, Eladio Loizaga, este premio "es un reconocimiento al esfuerzo que ha hecho el pueblo colombiano, en primer término, y el presidente Santos, con todos los riesgos que implica una decisión de esta naturaleza".
El Gobierno de Santos ha negociado durante cuatro años con las FARC para alumbrar un acuerdo de paz que, contra todo pronóstico, fue tumbado por la ciudadanía en el plebiscito del pasado domingo, lo que obliga ahora a revisar los textos de La Habana.
