Policías en el puente de Westminster con el Big Ben al fondo
DARREN STAPLES / REUTERS

MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -

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Detenido un hombre en relación con el atentado de Manchester

Estado Islámico reivindica el atentado de Manchester

Cronología del atentado en Manchester

El atentado perpetrado el lunes por la noche junto al Manchester Arena ha vuelto a situar a Reino Unido en el centro de una amenaza terrorista que se ha extendido en los últimos años por algunos de los principales países de Europa y que ha dejado ya varios episodios trágicos en territorio británico.

El del lunes --22 fallecidos y 59 heridos-- es el segundo atentado más mortífero que tiene lugar en Reino Unido desde el 7 de julio de 2005, cuando más de medio centenar de personas perdieron la vida por una cadena de explosiones que sacudió el sistema de transporte público londinense. Tres artefactos estallaron en el concurrido metro de la capital, mientras que una cuarta bomba hizo explosión en un autobús.

La organización terrorista Al Qaeda asumió la responsabilidad de un atentado al que seguirían numerosas amenazas a lo largo de los últimos años, en su mayoría derivadas del radicalismo islamista. El grupo Estado Islámico ha puesto a Londres en su punto de mira para seguir con un rastro de destrucción que ya ha dejado huellas en otras capitales europeas como París o Berlín.

El director de la agencia de Inteligencia MI5, Andrew Parker, aseguró en octubre de 2016 que las fuerzas de seguridad habían logrado frustrar doce ataques terroristas desde junio de 2015, si bien las autoridades han reconocido que el riesgo sigue estando muy presente.

El país, de hecho, mantiene su nivel de alerta en 'severo', el segundo más alto de la escala de amenazas. Existe por tanto un riesgo alto de que se produzca un atentado en territorio británico aunque, sobre el papel, el Gobierno sigue sin ver indicios de ataques inminentes.

AMENAZAS

El tipo de amenaza terrorista ha variado desde los atentados del 7-J, orquestados de forma organizada y cometidos por toda una célula. Las autoridades británicas han situado ahora entre los principales desafíos a los 'lobos solitarios', personas radicalizadas que actúan por su cuenta o al menos sin directrices claras de grupos internacionales.

En la memoria de los británicos aún sigue presente el caso del militar Lee Rigby, un soldado que fue asesinado en plena calle en el barrio de Woolwich el 22 de mayo de 2013. Fue atropellado y casi decapitado por dos hombres británicos de origen nigeriano y convertidos al islam: Michael Adebolajo y Michael Adebowale.

Adebolajo y Adebowale dijeron actuar como venganza por los musulmanes muertos a manos de las fuerzas militares de Reino Unido. Ambos fueron condenados a cadena perpetua en febrero de 2014.

El último atentado registrado en suelo británico tuvo lugar el 22 de marzo de este año frente al Parlamento británico y fue obra de una sola persona, Khalid Masood, aunque en este caso Estado Islámico se atribuyó la autoría en un comunicado. Un atropello masivo y el posterior apuñalamiento de un agente se saldó con cinco víctimas mortales.

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