Un inmigrante y su hijo en un campamento de Calais, en una imagen de archivo
PASCAL ROSSIGNOL / REUTERS
Actualizado: viernes, 18 agosto 2017 13:07

PARÍS, 18 Ago. (Reuters/EP) -

La Policía francesa ha desalojado a cientos de inmigrantes que vivían en la calle, en una zona del norte de París, lo que el ministro del Interior, Gerard Collomb, ha identificado como una muestra de que el sistema de ordenamiento de inmigrantes no funciona.

Docenas de furgonetas policiales y de efectivos se han movilizado a las 5 de la mañana, en hora local, para expulsar a más de 2.500 inmigrantes de un campamento ilegal, según la Policía regional. Es la segunda vez que son desalojados inmigrantes desde julio, cuando la Policía movilizó de un foco a otras 2.700 personas.

"Estos campamentos ilegales ponen en riesgo la seguridad y la salud pública para los propios inmigrantes y los residentes de la zona", ha manifestado la Policía de París en un informe.

Los inmigrantes, que vienen de países como Eritrea, Sudán y Afganistán, fueron escoltados hasta autobuses que les han dirigido a alojamientos temporales como gimnasios y otras infraestructuras en París.

Collomb, el ministro del Interior de Francia, ha indicado a la estación de radio RTL que el Ministerio y la Policía han estado estudiando cómo prevenir la reagrupación de inmigrantes en la capital del país.

"Lo que queremos hacer es asegurar que no hay ningún punto focal (de inmigrantes en París), pero que podemos darles la bienvenida dentro de los programas de asilo nacionales, probablemente a las afueras de París", ha indicado el ministro. "Lo que está ocurriendo demuestra que el sistema parisino tiene algunos fallos", ha concluido.

El presidente del Gobierno de Francia, Emmanuel Macron, ha pedido a Collomb que orqueste un plan para acelerar el proceso de respuesta a las necesidades de asilo, con la vista puesta en decidir, dentro de los próximos seis meses, a qué personas se les garantizará asilo y cuales serán devueltas a su país de origen.

El campamento de inmigrantes de París se ha visto desbordado a pesar de que el Ayuntamiento de la capital francesa había abierto dos nuevos centros para crear un registro y acoger temporalmente a los nuevos inmigrantes que llegasen a la ciudad.

Las autoridades locales también han informado del aumento del número de inmigrantes, que se encuentran en la calle, provenientes de la localidad de Calais, en la costa del norte de Francia, donde un inmenso campamento ilegal de inmigrantes fue arrasado en noviembre de 2016 y sus habitantes tuvieron que irse a otras partes del país.

Calais, ciudad desde la que los inmigrantes esperan alcanzar Reino Unido, se ha convertido en un símbolo de la dificultad para lidiar con el continuo flujo de hombres, mujeres y niños que han dejado sus países nativos y llegan a Europa.

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