BEIRUT, 23 May. (Reuters/EP)
Unas 150 personas han muerto y más de 200 han resultado heridas a causa de la ola de ataques que se ha producido este lunes en las ciudades sirias de Tartús y Jablé, en la costa mediterránea, según el último balance de víctimas.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha indicado que 148 personas han fallecido a causa de cinco atentados suicidas y dos coches bomba, mientras que la prensa estatal --controlada por el régimen-- ha rebajado la cifra de muertos a 78.
En Jablé han tenido lugar cuatro atentados, uno en una estación de autobuses y otro en los alrededores de un hospital. "De repente todo se puso en modo emergencia y empezaron a llegar víctimas", ha contado el médico Younes Hasán a Reuters.
En Tartus uno de los atentados también ha ocurrido en una estación de autobuses. "La gente comenzó a correr pero no sabía en qué dirección ir. Los coches estaban en llamas. Había sangre y cuerpos en el suelo", ha dicho Nizar Hamade, un testigo.
El Estado Islámico ha reivindicado esta ola de ataques en la costa mediterránea de Siria, bastión del Gobierno de Bashar al Assad donde Rusia tiene bases militares, y ha explicado que su objetivo era la minoría alauí, una secta chií.
El Ministerio de Exteriores de Siria ha enviado una carta a Naciones Unidas en la que responsabiliza de esta "peligrosa escalada" a "los regímenes hostiles y extremistas de Riad, Doha y Ankara", a los que acusa de apoyar al Estado Islámico.
El Kremlin, por su parte, ha aprovechado para reiterar su llamamiento a resucitar el diálogo de paz, suspendido por la ofensiva de las tropas 'assadistas' pese a la tregua. "Esto demuestra una vez más cuán frágil es la situación en Siria y subraya la necesidad de dar pasos urgentes hacia las negociaciones", ha dicho el portavoz ruso, Dimitri Peskov.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha condenado los atentados. "Toma nota con gran preocupación de la escalada de la actividad militar en muchas áreas dentro y en los alrededores de Damasco", ha apuntado su portavoz..
