ADÉN, 1 May. (Reuters/EP) -
Al menos cuatro militares yemeníes han fallecido por la explosión de un coche bomba en el centro de Adén en un atentado dirigido contra el jefe de las fuerzas de seguridad de la ciudad, Shelal Alí Shayyeh, el segundo en una semana.
Alí Shayyeh escapó ileso del atentado como ya lo hiciera el pasado jueves, cuando hizo explosión un coche bomba frente a su domicilio en un ataque que rompió un periodo de relativa calma en la ciudad, actual sede del Gobierno reconocido por la comunidad internacional.
SUSPENSIÓN DE LAS NEGOCIACIONES
El Gobierno yemení ha suspendido las negociaciones de paz con los insurgentes huthis después de que éstos tomaran esta mañana la base militar de Umaliqa, ubicada al norte de la capital del país, Saná. La ciudad se encuentra en poder de los insurgentes desde hace más de un año.
Dos miembros de la delegación del Gobierno han confirmado la suspensión de los contactos tras este avance de los huthis que habría causado además varios muertos entre los militares que defendían la base.
"Hemos suspendido indefinidamente los contactos en protesta por esta acción militar y por los continuos incumplimientos de la tregua", ha apuntado un miembro de la delegación gubernamental que participa en los contactos en Kuwait, en declaraciones a Reuters bajo condición de anonimato.
A diferencia de la mayoría de los soldados yemeníes, los militares destacados en la base de Umaliqa se habían negado a tomar parte en la guerra civil. Los huthis han tolerado su neutralidad hasta hoy al amanecer, cuando han efectuado un ataque sorpresa para apropiarse de los arsenales de la base.
El ministro de Exteriores yemení, Abdel Malek al Mejlafi, que también es el jefe de la delegación de paz del Gobierno en Kuwait, ha condenado el ataque por "torpedear las negociaciones". "Vamos a tomar las medidas adecuadas en respuesta a este crimen houthi por nuestra gente y por nuestro país", ha escrito en su cuenta de Twitter.
