Micheletti asegura que gobernará Honduras hasta enero de 2010 "pese al rechazo internacional"

Actualizado: lunes, 29 junio 2009 21:18


TEGUCIGALPA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró hoy que gobernará ese país hasta el 27 de enero de 2010, cuando concluye constitucionalmente el mandato, "pese al rechazo internacional" expresado ante los hechos ocurridos ayer en ese país.

En declaraciones a la emisora colombiana Caracol Radio, Micheletti insistió en negar las versiones de que en Honduras se produjo un golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya, quien fue expulsado del país tras ser detenido por los militares ayer en su residencia, lo que ha generado una fuerte condena por la comunidad internacional.

Así, aclaró que lo que se ha producido en esa nación centroamericana "es una sucesión constitucional" que fue derivada "por las intenciones" de Zelaya "de llevar al país a situaciones críticas con una enorme irresponsabilidad".

Micheletti volvió a calificar de "ilegal" el referéndum que pretendió llevar a cabo ayer Zelaya, con el que se pretendía consultar a los ciudadanos si estaban de acuerdo o no con instalar en las elecciones generales de noviembre una cuarta urna para preguntar sobre la posibilidad de reformar la Constitución.

"Es algo que no está permitido, entonces determinamos cuidar los intereses del país y no permitir una reelección indefinida de Zelaya", dijo el mandatario interino, cuyo gobierno hasta el momento no ha sido reconocido por ningún país.

De esta manera, argumentó que Zelaya había cometido varias irregularidades durante su gestión. "Hay una cantidad de infracciones a la ley que el ex presidente, cometió y por eso las autoridades competentes en conjunto con la Fiscalía, se procedió a enjuiciar a Zelaya y el Ejército solo cumplió con la ley", explicó a Caracol Radio.

La comunidad internacional ha condenado enérgicamente el golpe de Estado ocurrido ayer y ha lanzado un único mensaje: la restauración inmediata del orden constitucional y la restitución de Zelaya como único mandatario reconocido de esa nación centroamericana.