KABUL, 6 May. (Reuters/EP) -
Al menos 10.000 familias afganas han huido de sus casas ante la amenaza de un gran enfrentamiento entre los talibán y las fuerzas gubernamentales por el control de la ciudad de Kunduz, en el norte de Afganistán, han informado este miércoles fuentes oficiales.
Las fuerzas de seguridad afganas y la insurgencia talibán han permanecido en punto muerto durante esta semana, después de que la milicia lanzara una ofensiva sobre Kunduz, al norte de Kabul, a finales del mes pasado. El avance de los talibán en la ciudad representa la mayor amenaza para una capital de provincia en años, aunque las fuerzas del Gobierno insisten en que no será tomada por la insurgencia.
El Ejército y la Policía afganos están combatiendo sin ayuda sustancial de soldados extranjeros, ya que la misión de la OTAN terminó a finales de 2014.
Un portavoz de la Policía de Kunduz, Sayed Sarwar Husein, ha explicado que el Gobierno lanzará pronto una gran ofensiva para expulsar a los talibán de todo el distrito de Gul Tepa y ha detallado que la operación ha sido retrasada para dar a los civiles suficiente tiempo para dejar la zona.
"Los talibán, ya dentro de la ciudad cercada, quieren utilizar a los civiles como escudos humanos, así que los habitantes han escapado de las partes centrales de la ciudad", ha dicho Husein.
El jefe del Departamento de Refugiados, Abdul Salaam Hashemi, ha afirmado que más de 10.000 familias han pedido ayuda oficial como refugiados de los combates y ha explicado que varios equipos de trabajo están en marcha para verificar la ayuda solicitada por las familias.
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha anunciado que está preparando kits de comida para las familias desplazadas y ha detallado que espera comenzar a distribuirlos este sábado. El PAM ha confirmado que 300 familias necesitan ser atendidas, aunque los pronósticos auguran que la cifra aumentará, ha dicho su portavoz, Wahidulá Amini.
