Un niño kurdo refugiado en Turquía tras huir de la región siria de Kobani
UMIT BEKTAS / REUTERS
Actualizado: miércoles, 25 enero 2017 21:06

BEIRUT, 25 Ene. (Reuters/EP) -

Miles de refugiados procedentes de Oriente Próximo que tenían la esperanza de poder instalarse en Estados Unidos sienten que ya nunca van a poder cumplir su 'sueño', tras la toma de posesión del nuevo presidente norteamericano, Donald Trump, debido a su intención de prohibir la entrada a cualquier persona procedente de países musulmanes.

Nur Hasa Al Faraj es una de estas personas que ha visto cómo su objetivo de vivir en Estados Unidos se ha convertido en un imposible debido a su religión y país de origen. En su huida de la guerra en su tierra natal, Siria, sólo ha podido llegar hasta el sur de Turquía.

Como muchos otros sirios, iraquíes y yemeníes con los que ha podido hablar la agencia de noticias Reuters, Faraj está muy preocupada por lo que ha escuchado en los últimos días en las noticias sobre las intenciones del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que pretende imponer una prohibición sobre la inmensa mayoría de los refugiados que intenten instalarse en Estados Unidos y suspender de forma temporal los visados de todas los que vengan de Siria y otros seis países musulmanes.

Las pocas noticias que reciben del exterior están provocando mucha preocupación entre lo refugiados, que temen que se produzca una "nueva era de hostilidad" por parte de los países occidentales. "Esto refleja el punto de vista de odio que tiene Estados Unidos, refleja una nueva era de hostilidad hacia toda la Humanidad", ha considerado Faraj.

"Si hubiera existido la posibilidad de ir a Estados Unidos antes, me hubiera gustado poder ir. Ahora que ha llegado Trump, no. No creo que nunca vaya", ha señalado mientras esperaba para poder conseguir un visado hacia Europa.

La joven siria, que tiene familiares en Estados Unidos, espera incluso que ésos puedan volver pronto de allí, porque cree que "quedarse para ellos sería algo terrible".

Abdulahim Bekro, otro refugiado sirio que hacía cola con Faraj, también se ha mostrado muy preocupado por la imagen que muestra Trump de los musulmanes. "Todo el mundo sabe que esa decisión viene del odio. Y ese odio no se limitará a siete países", ha señalado. "Definitivamente no voy a ir a Estados Unidos, ni mientras esté Trump ni mientras esté ningún otro, porque todos tienen la misma mentalidad", ha sostenido.

Trump prometió durante su campaña electoral que impediría que ningún musulmán entraría en Estados Unidos, con el fin de proteger a su país del terrorismo yihadista. Más adelante cambió de estrategia y propuso establecer una prohibición temporal para aquellos inmigrantes que puedan suponer una amenaza por proceder de ciertos países y no por ser musulmanes.

Estados Unidos ha acogido a un total de 12.000 refugiados sirios, en comparación con lo más de 2,8 millones de refugiados que a día de hoy viven en Turquía. Más de 650.000 solicitantes de asilo han llegado a Europa, donde la mayor parte viven en Alemania y Suecia.

La enorme cantidad de gestiones burocráticas que son necesarias para conseguir un visado de larga estancia en Estados Unidos y la nueva Administración republica han disuadido a millones de refugiados procedentes de Oriente Medio de intentar llegar al país.

Los últimos ataques islamistas que han tenido lugar en Europa y en Estados Unidos han provocado asimismo un aumento de la xenofobia y la islamofobia a lo largo de Europa y Estados Unidos.

"El principal pretexto de Trump es que podría haber terroristas entre los inmigrantes. Es sólo una enorme mentira", ha lamentado Rami Halloum, otro solicitante de asilo procedente de Siria.

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