LIMA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Perú ha confirmado la muerte del ciudadano canadiense Sebastian Paul Woodroffe, acusado del asesinato de la líder indígena Olivia Arévalo, muerta a tiros el pasado 19 de abril. Arévalo era sanadora y dirigente del pueblo indígena shipibo-conibo.
El cadáver de Woodroffe fue hallado el sábado en Yarinacocha, según ha informado el diario peruano 'El Comercio', que cita fuentes de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía peruana.
El fiscal Carlos Vilcahuamán, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Yarinacocha a cargo de la investigación, ha confirmado la identidad de Woodroffe y que la causa de su muerte es ahorcamiento.
Anteriormente se había difundido en el portal Gaceta Ucayalina un vídeo en el que se puede ver a grupo de personas linchando al canadiense. En las imágenes se ve a Woodroffe siendo arrastrado con una cuerda atada a su cuello pese a la presencia de menores de edad.
La viceministra de Interculturalidad, Elena Burga, reveló el viernes que un ciudadano extranjero habría participado en el crimen. Ya el sábado la Policía llegó a la zona donde ocurrió el linchamiento, acordonó el lugar y buscó a la persona, que fue hallada enterrada, ha explicado José Montalvo, director del portal Gaceta Ucayalina.
El fiscal Vilcahuamán ha informado de que el sábado se realizó el levantamiento del cadáver, "que estaba enterrado a 1.000 metros de la casa de Olivia Arévalo". El cuerpo será sometido a autopsia.
