MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Al menos cuatro personas murieron y otras nueve resultaron heridas a consecuencia del ataque perpetrado el jueves por el grupo yihadista Boko Haram contra la localidad nigeriana de Maiduguri, capital del estado de Borno (noreste).
El portavoz de la Policía de Borno, Edet Okon, ha detallado que las víctimas son tres civiles y un miembro de una milicia civil, al tiempo que ha señalado que dos terroristas suicidas murieron al inmolarse durante los enfrentamientos.
Asimismo, ha señalado que los heridos son dos miembros del Equipo Especial Anti Robo (SARS) y siete civiles, según ha informado el diario nigeriano 'Daily Post'.
Okon ha manifestado que el ataque fue lanzado cerca de la sede del Tribunal Federal y ha añadido que los atacantes usaron armas ligeras y explosivos. "Los insurgentes fueron repelidos por las fuerzas de seguridad", ha recalcado.
El presidente del país, Muhamadu Buhari, que llegó al poder en 2015, ha instado a acabar con la insurgencia, un asunto que se ha convertido en una piedra angular de su gobierno.
Los milicianos ya intentaron entrar en la localidad nigeriana a principios de abril en el marco de un ataque que dejó al menos una quincena de muertos y 83 heridos.
Boko Haram surgió en 2002 con el objetivo de derrocar al Gobierno de Nigeria e imponer una estricta interpretación de la 'sharia' o ley islámica en todo el país. El balance desde entonces es de 20.000 muertos y casi tres millones de desplazados.
El grupo juró lealtad a Estado Islámico en 2015, pero finalmente se ha escindido entre quienes siguen a Abubakr Shekau, en la región del bosque de Sambisa, y quienes son fieles a Musab al Barnawi, en la región del lago Chad, donde cuenta con presencia en varios países.
El grupo --cuyo nombre oficial es Grupo en Defensa de la Tradición del Profeta para la Predicación y la Yihad-- fue creado en Maiduguri por Mohamed Yusuf con un foco especial en el rechazo a la influencia occidental en el país a través de la educación.
A pesar de que en un primer momento se centró en la prédica, siete años después lanzó una serie de ataques armados contra las fuerzas de seguridad con el objetivo de fundar un Estado de corte islámico, denunciando la persecución que sufría la comunidad musulmana del norte del país a manos del gobierno central.
Yusuf fue detenido durante una ofensiva del Ejército contra el grupo a raíz de dichos ataques y ejecutado bajo custodia tras ser interrogado. Un año después, el grupo, encabezado por el que era su 'número dos', Shekau, lanzó una nueva ofensiva a gran escala que continúa a día de hoy.
