Mugabe a sus potenciales sucesores: "Para vuestra vergüenza, no me estoy muriendo"

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe
PHILIMON BULAWAYO / REUTERS
Actualizado: jueves, 7 abril 2016 21:04

HARARE, 7 Abr. (Reuters/EP) -

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, ha acusado este jueves a sus potenciales sucesores de desearle la muerte y ha instado a los seguidores del gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) a unirse contra los enemigos extranjeros que quieren destruir el país.

El líder más longevo de África --que con 92 años de edad se ha mantenido en el poder desde la independencia del país de Reino Unido en 1980-- ha afirmado que su sucesor debe ser elegido democráticamente y ha negado que su mujer vaya a heredar automáticamente el puesto.

En una reunión con más de 10.000 veteranos de guerra, Mugabe ha señalado que sus frecuentes viajes a Malasia y Singapur han alimentado las noticias sobre su enfermedad y, a veces, sobre su muerte, lo que ha incentivado los enfrentamientos internos sobre el posible sucesor del mandatario en el seno del partido.

"Entonces veréis una estampida, dirán que el presidente está muriendo. Pues no me estoy muriendo, para vuestra vergüenza", ha enfatizado Mugabe durante el encuentro, celebrado en el polideportivo de Harare. "Estoy aquí gracias a la gente. Si el pueblo dice no, vete, me iré. Pero, si la gente dice no, todavía te queremos, me quedaré", ha añadido.

DEMANDAS

Los medios locales habían advertido de que esta reunión podría escindir el ZANU-PF, especialmente después de que los veteranos solicitaran el mes pasado a Mugabe su retirada. Sin embargo, los veteranos han jurado su lealtad al presidente, aunque también han presentado una lista de reclamaciones para altos puestos gubernamentales y empresas estatales, cargos diplomáticos y al menos una quinta parte de todas las concesiones mineras y agrarias.

Los veteranos, que suman un total de 30.000, también quieren un incremento salarial de cerca de 230 euros mensuales, pero Mugabe ha recordado que el Gobierno solo podría hacer frente a estas demandas si tuviera recursos. La última vez que el presidente cedió a las peticiones de los veteranos fue el 14 de noviembre de 1997, cuando la moneda local descendió un 72 por ciento después de que el Ejecutivo anunciara salarios no presupuestados para estos. Ese día pasó a ser conocido popularmente como el 'viernes negro'.

Sin apoyo a su balanza de pagos o crédito extranjero, Zimbabue no puede hacer frente a las solicitudes de los veteranos. De hecho, el país mantiene un presupuesto precario, que no permite costear las infraestructuras.

En este sentido, Mugabe ha aceptado acometer importantes reformas, como compensaciones a los granjeros blancos desahuciados y un amplio recorte de los salarios en el sector público, para atraer a los acreedores internacionales y condonar parte de sus más de 7.000 millones de euros de deuda. Además, el presidente ha señalado que la mala situación con los acreedores está alejando las inversiones de China, Japón e India.

"Tenemos una enfermedad en Zimbabue, donde solo queremos recibir y olvidamos las deudas que se supone debemos devolver. Es un muy mal hábito", ha lamentado el presidente durante un soliloquio que se ha prolongado durante 90 minutos.