La música vuelve a las ruinas de Mosul de la mano de un violinista iraquí obligado a huir

Ameen Mukdad, un violinista iraquí tocando en Mosul
MUHAMMAD HAMED/REUTERS
Actualizado: jueves, 20 abril 2017 13:34

MOSUL (IRAK), 20 Abr. (Reuters/EP) -

En medio de las ruinas bombardeadas de un antiguo lugar venerado por musulmanes y cristianos en Mosul, el violinista iraquí Ameen Mukdad realizó este miércoles un pequeño concierto en la ciudad de la que huyó obligado por los milicianos de Estado Islámico.

Mientras Mukdad tocaba partituras que compuso en secreto cuando vivía bajo el duro régimen del grupo islamista, se escuchaban explosiones y disparos en los distritos occidentales de Mosul, donde las fuerzas iraquíes apoyadas por Estados Unidos aún luchan por el control de la ciudad.

"Este es un lugar para todos, no sólo una secta. Daesh no representa una religión sino que es una ideología que reprime la libertad", ha declarado Mukdad a Reuters, utilizando el nombre despectivo empleado para referirse al grupo que lider Abu Bakr al Baghdadi.

Mukdad, de 28 años, huyó de Mosul después de que combatientes de Estado Islámico entraran en su casa y le confiscaran sus instrumentos, considerando su música como una violación de su interpretación radical del islam suní.

El concierto del miércoles, que duró una hora, marcó su primer regreso a la ciudad tomada en junio de 2014 por la organización terrorista.

Mukdad ha explicado que eligió la Tumba de Jonás, o la mezquita del profeta Yunus (Jonás), como los musulmanes denominan al sitio, para representar unidad.

"Quiero aprovechar esta oportunidad para enviar un mensaje al mundo de que la música es algo hermoso y dar un golpe contra el terrorismo y todas las ideologías que restringen la libertad", ha subrayado el violinista. "Todo el que se opone a la música es horrible", ha añadido.

Mukdad anunció el sitio y la hora del concierto, cerca de las ruinas de la antigua Nínive, en las redes sociales, una decisión audaz en Mosul oriental en momentos en que los milicianos aún controlan la Ciudad Vieja al otro lado del río Tigris.

"El concierto fue como un sueño", ha reconocido Tahany Saleh, quien debido a ser mujer fue obligada por los milicianos a dejar sus estudios universitarios. "Quería venir a dar un mensaje de que la guerra no ha frenado la vida en Mosul", ha explicado. "Se puede ver todo el daño pero aún queremos ser felices, queremos escuchar música", ha añadido.

En una señal de lo nerviosos siguen los residentes de Mosul seis meses después del comienzo de una operación militar para expulsar a Estado Islámico de la ciudad, apenas 20 personas, en su mayoría hombres, asistieron al concierto. "Esto es lo que los jóvenes necesitamos", ha destacado Abdullah Thaier.

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