Actualizado: jueves, 5 mayo 2016 5:58

MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de 2.000 miembros del Sindicato de Periodistas de Egipto se han concentrado este miércoles frenta a la sede del organismo en la capital, El Cairo, en una nueva jornada de protestas contra la redada llevada a cabo el domingo en el edificio.

El sindicato ha formulado durante la jornada una serie de demandas al Gobierno, entre las que figura el cese del ministro del Interior, Magdi Abdel Ghaffar, y la liberación de los periodistas encarcelados en casos relacionados con la libertad de expresión.

Los periodistas tuvieron que llegar al edificio dando un rodeo debido a la presencia de policías y contramanifestantes con imágenes del presidente, Abdelfatá al Sisi, que cortaron la principal vía de acceso a la sede, según ha informado el diario local 'Al Ahram'.

En el edificio ha sido colocada una pancarta vertical en la que se podía leer 'El periodismo no es un crimen', mientras que varios de los concentrados han portado pancartas en las que se podía leer 'Soy un periodista, no un terrorista' y 'Libertad para los valientes'.

Las tensiones se han incrementado entre los últimos días después de que la Policía irrumpiera el domingo en la sede del Sindicato de Periodistas y arrestara a dos periodistas.

Los detenidos son Amr Badr, fundador y redactor jefe del portal de noticias Yanair (Enero), y Mahmud el Sakka, quien trabaja para este medio. Ambos fueron figuras de la revolución que acabó con el régimen de Hosni Mubarak en 2011 y del movimiento Tamarod, que encabezó las protestas que llevaron al derrocamiento del presidente electo Mohamed Mursi en un golpe de Estado en 2013.

La Fiscalía había emitido órdenes de arresto contra ambos periodistas por varios cargos, entre ellos "difundir rumores sobre las islas de Tiran y Sanafir", tal y como ha desvelado el propio Qallash.

Las demandas contra el Gobierno han aumentado después de que el Ministerio del Interior enviara por error a periodistas documentos que muestran estrategias para hacer frente a las críticas.

El correo contiene planes para hacer frente a la situación, y afirma que "el ministerio debe mantener una posición firme". "Dar marcha atrás sugiere que se cometió un error, y si hubo un error, ¿quién fue responsable y quién rendirá cuentas?", indica.

El correo enviado por error sugiere además que veteranos de la Policía aparezcan en televisión para insistir en que "proteger a fugitivos" no es legal y que el sindicato no está por encima de la ley.

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