Nueva Zelanda espió a sus vecinos asiáticos para la NSA

Actualizado: martes, 10 marzo 2015 23:36

MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

Nueva Zelanda espió a sus vecinos de la región Asia-Pacífico, así como a varios países latinoamericanos e Irán, para la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, según ha informado este martes el diario local 'New Zealand Herald' basándose en documentos filtrados por el ex agente de la NSA Edward Snowden.

Los papeles de Snowden revelan que la Oficina del Gobierno para la Seguridad de las Comunicaciones (GCSB) hizo grandes contribuciones al sistema de espionaje Cinco Ojos, en el que participan Estados Unidos y sus principales aliados: Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Al parecer, el cometido de la GCSB era interceptar las redes de comunicación --ordenadores, teléfonos móviles e incluso satélites internacionales-- de una veintena de países, incluidos importantes socios de Nueva Zelanda.

El GCBS también colaboró en esta alianza a cinco bandas ayudando a traducir las comunicaciones interceptadas por sus cuatro socios internacionales.

Para llevar a cabo estas tareas, el GCBS se habría servido de todo tipo de instalaciones, entre ellas las misiones diplomáticas en el extranjero, como las embajadas, y otros edificios oficiales dentro y fuera de Nueva Zelanda.

OBJETIVO: ASIA-PACÍFICO

El principal objetivo eran los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), entre los que destacan China, Japón, India, Vietnam y las dos Coreas, aunque también figuran otros vecinos regionales como Pakistán.

La NSA se sirvió de la Inteligencia neozelandesa para "vigilar" a países de difícil o imposible acceso para Estados Unidos, como Irán y ciertos países latinoamericanos que no aparecen especificados en los documentos filtrados.

El GCBS también habría ayudado con objetivos de menor importancia, como las islas del Pacífico, incluidos los territorios franceses de ultramar, y las bases científicas en la Antártida, usadas anualmente por una veintena de países.

Estas revelaciones podrían tener graves consecuencias para Nueva Zelanda, ya que entre las víctimas de su espionaje figuran algunos de sus socios comerciales más importantes, como Vietnam o la República Islámica.

El GCBS, como la gran mayoría de las agencias de Inteligencia nacionales, tiene prohibido espiar a sus propios ciudadanos, pero apenas encuentra limitaciones cuando se trata de actividades en el extranjero.

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