Obama reconoce que subestimó la dificultad del conflicto de Oriente Próximo

Actualizado: viernes, 22 enero 2010 0:17


WASHINGTON, 21 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confesó este jueves que subestimó la dificultad del conflicto de Oriente Próximo y que durante su primer año de mandato ha mantenido expectativas demasiado altas.

"El proceso de paz de Oriente Próximo no ha avanzado, y creo que es justo decir (...) que no es donde quiero estar", declaró el presidente norteamericano en una entrevista concedida a la revista 'Time', en la que agregó que el proceso es tan "inextricable" como cabe imaginar.

"Si hubiéramos anticipado previamente algunos de estos problemas políticos de ambas partes, no nos habríamos hecho expectativas tan altas", añadió. Hoy mismo, su enviado especial para Oriente Próximo, George Mitchell, comenzó una nueva ronda de negociaciones con israelíes y palestinos. A lo largo de 2009 Mitchell viajó más de diez veces a la región.

Obama consideró que este antiguo senador "se cegó" en un primer momento con los esfuerzos para que Israel cancelara la construcción de asentamientos en Cisjordania. Mitchell "no veía que no era progreso suficiente para los palestinos", declaró.

OBSTÁCULOS DE ISRAELÍES Y PALESTINOS

"Creo que los israelíes y los palestinos han descubierto que el ambiente político, la naturaleza de sus coaliciones o las divisiones dentro de sus sociedades eran tales que les resultaba muy difícil comenzar a comprometerse en una conversación positiva", dijo Obama. "Creo que sobrestimamos nuestras habilidades para persuadirles", añadió.

En su opinión, el presidente palestino, Mahmud Abbas, se enfrenta a desafíos del movimiento islamista Hamás, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha de aplacar a los elementos de extrema derecha de su coalición gubernamental. Ambas partes se acusan mutuamente de intentar acelerar el proceso.

El inquilino de la Casa Blanca apuntó que los israelíes han estado "mucho tiempo mostrando una voluntad para hacer algunas modificaciones en sus políticas", pero todavía encuentran "muy difícil" hacer "gestos audaces".

A pesar de estas críticas, Obama expresó su voluntad de continuar trabajando con unos y otros para reconocer sus "intereses profundamente arraigados" y por último recordó su preferencia por una "solución de dos estados en la que Israel se sienta seguro y los palestinos tengan soberanía y puedan empezar a centrarse en el desarrollo de su economía y en mejorar las vidas de sus niños y nietos".