Los obispos de Nicaragua responden a Ortega: "Se ha vuelto una bestia"

Ortega durante la celebración del 39 aniversario de la Revolución Sandinista
REUTERS
Actualizado: viernes, 20 julio 2018 20:02

MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

Monseñor Abelardo Mata, miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, ha denunciado este viernes que el presidente del país, Daniel Ortega, "se ha vuelto una bestia" por la brutal represión de las protestas en su contra, respondiendo así al líder sandinista, que ha acusado a los obispos de "golpistas" por alinearse con los manifestantes.

"El hombre se ha vuelto como una bestia", ha afirmado el dirigente católico en declaraciones recogidas por el diario nicaragüense 'La Prensa', advirtiendo de que "todo va a la cuenta de quien, pudiendo frenar este frenesí de sangre y de muerte, no lo hace".

Mata ha puesto como ejemplo un incidente ocurrido el pasado sábado al término de una eucaristía en la ciudad nicaragüense Granada. Según su relato, la Policía paró el coche en el que viajaba "para revisar papeles, cuando ya los habían revisado en un primer retén", permitiendo que cayera en manos de una turba. "Empezaron a gritar obscenidades y a culparnos de lo que la sociedad acusa al presidente: asesino y violador", ha contado.

Al religioso nicaragüense no le cabe duda de que "la Policía se hallaba del lado de la turba": "El que me detuvieran les vino como plato servido en bandeja de oro, ya que esperaban confrontación con la caravana que se estaba organizando en Camino de Oriente".

Mata ha indicado que esto es "fruto del odio que han inculcado (Ortega y sus fieles) en el corazón de tanta pobre gente" a lo largo de la nación centroamericana. "Explotan su pobreza y hacen que estas personas se vuelvan irracionales y fanáticas", ha lamentado.

En cuanto a Ortega, ha considerado que esta respuesta a las manifestaciones "es fruto de una obcecación de la mente y del corazón". Ha optado por promover "el terrorismo de Estado" en lugar de asumir que "el pueblo ya no es su pueblo" y en ese momento "el gobernante se convierte en un bandolero usurpador", ha señalado.

CRISIS EN NICARAGUA

Ortega se dio el jueves un baño de masas para contrarrestar el desgaste que ha sufrido desde abril, cuando miles de personas comenzaron a manifestarse, primero contra una polémica reforma de la seguridad social y después para reclamar la "democratización" de Nicaragua.

La represión de la Policía y de grupos armado afines al Gobierno ha dejado un saldo de cerca de 300 muertos y más de mil heridos y detenidos. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, las fuerzas regulares y sus socios han cometido graves abusos.

En este contexto, Ortega propuso un diálogo nacional mediado por la Conferencia Episcopal. Sin embargo, las conversaciones están suspendidas por la negativa del presidente nicaragüense a abandonar el cargo y convocar elecciones anticipados.

En su discurso del jueves, el jefe de Estado insistió en que las movilizaciones antigubernamentales están instigadas desde el exterior para perpetrar un "golpe" y esta vez acusó a los obispos nicaragüenses de "golpistas" por alinearse con los manifestantes.

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