DACCA, 30 Mar. (Reuters/EP) -
Ocho milicianos se han inmolado con una granada al norte de la capital de Bangladesh para evitar rendirse ante las fuerzas del orden, que los había acorralado en su escondite, según ha comunicado el jefe de la unidad policial de anti terrorismo y crimen internacional, Monirul Islam.
La Policía invitó al grupo a entregarse, pero los milicianos detonaron la granada. "Hasta ocho personas han muerto, incluída una mujer" según ha declarado Islam a la prensa.
El lunes, un comando del Ejército de Bangladesh mató a cuatro milicianos en el noreste de Sylhet, durante una redada en el edificio donde se escondían. El sábado, en la misma zona, dos explosiones provocaban la muerte de seis personas, incluídos dos policías, y otras 40 resultaban heridas.
El Estado Islámico ha reclamado la responsabilidad del "ataque bomba sobre el Ejército de Sylhet" a través de una noticia de la agencia de noticias Amaq en la que se hace referencia al incidente.
El Estado Islámico y Al Qaeda compiten por la reivindicación de asesinatos de extranjeros, liberales y miembros de minorías religiosas en Bangladesh, un país de mayoría musulmana que cuenta con 160 millones de habitantes. El Gobierno ha descartado de forma sistemática la presencia de tales grupos, culpando en su lugar a la milicia local.
La embajadora de Estados Unidos en Bangladesh, Marcia Bernicat, ha declarado en una entrevista en la radio que la Policía ha hecho "un excelente trabajo" en la localización de los presuntos terroristas y la confiscación de explosivos y dinero.
"Lo que queda por batallar es la parte más difícil", ha afirmado en Radio Today la embajadora, que ha añadido que "la meta principal es ayudar a prevenir la radicalización de las personas y la violencia".
Bernicat ha declarado que "los jóvenes son vulnerables y necesitan ayuda para comprender apropiadamente la religión", de modo que "puedan trabajar por un mundo mejor en lugar de recurrir a alternativas violentas."
