Presidente de Eritrea, Isaias Afewerki
REUTERS
Actualizado: miércoles, 8 junio 2016 12:26

Una comisión de investigación pide al Consejo de Seguridad sanciones y que el caso sea remitido al TPI

GINEBRA, 8 Jun. (Reuters/EP) -

Los investigadores de Derechos Humanos de la ONU han acusado este miércoles a los dirigentes de Eritrea de crímenes contra la Humanidad incluida tortura, violación y asesinato y han llamado al Consejo de Seguridad a que imponga sanciones y remita el caso al Tribunal Penal Internacional (TPI).

Según la Comisión de Investigación, se han cometido atrocidades, incluido el servicio militar indefinido que equivale a esclavitud, desde la independencia del país en 1991 y siguen cometiéndose. El país está gobernado desde su independencia de Etiopía por Isaías Afewerki.

"Algunos individuos en particular, incluidos responsables en los más altos niveles del Estado, el partido gobernante --el Frente Popular para la Democracia y la Justicia-- y oficiales al mando son responsables de crímenes contra la Humanidad y otras graves violaciones de los Derechos Humanos", según el informe.

La investigación señala que no ha habido mejoras desde hace un año, cuando publicó un informe de 484 páginas en el que describía asesinatos extrajudiciales, torturas generalizadas, esclavitud sexual y trabajos forzosos en el país.

Quienes visitan el país no deberían dejarse engañar por "el sentir general de calma y orden" en la capital, Asmara, porque los abusos son cometidos en los campos de entrenamiento militar y los centros de detención, subraya el informe.

FACHADA DE NORMALIDAD

"La fachada de calma y normalidad que es aparente para el visitante ocasional al país y otros confinados en algunas partes de la capital, no deja ver los patrones de graves violaciones de los Derechos Humanos", añade el texto.

El Gobierno de Eritrea no ha permitido al equipo investigador visitar el país, aunque sus diplomáticos se reunieron con los investigadores en la sede de la ONU en Nuea York.

El año pasado, la comisión de investigación, compuesta por tres miembros y liderada por el diplomático australiano Mike Smith, no tenia el mandato para investigar "crímenes internacionales", así que el anterior informe solo decía que podrían haberse cometido crímenes contra la Humanidad, sin atribuir responsabilidades.

En el último año, la investigación ha recibido casi 45.000 envíos escritos, casi todos cartas grupales y solicitudes criticando el primer informe, resultado directo de una campaña del Gobierno para desacreditar la investigación, según el informe.

Algunos firmantes contactados para la investigación dijeron que habían sido coaccionados o se habían falsificado sus firmas y no estaban al tanto de las cartas, de acuerdo con el documento.

REACCIÓN DE ERITREA

El Gobierno eritreo ha rechazado las acusaciones de la comisión de investigación de la ONU, que ha calificado de infundadas, y ha defendido que los investigadores han actuado motivos por intereses políticos.

"Eritrea rechaza las acusaciones infundadas y políticamente motivadas y las destructivas recomendaciones de la comisión", ha declarado el asesor presidencial, Yemane Ghebreab, en un comunicado.

El Gobierno eritreo "considera que son un ataque injustificado no solo contra Eritrea, sino también contra África y las naciones en vías de desarrollo", ha añadido.

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