Atentado en una mezquita chií de Kabul
REUTERS / MOHAMMAD ISMAIL
Actualizado: lunes, 26 febrero 2018 10:32

MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

El enviado especial de Naciones Unidas para Afganistán, Tadamichi Yamamoto, ha denunciado este domingo que "el coste humano de la horrible guerra en Afganistán es demasiado alto".

"Tenemos que trabajar en un acuerdo de paz para terminar el conflicto. Los esfuerzos colectivos deben redoblarse para ponerle fin", ha dicho, recalcando que las partes en conflicto deben aplicar medidas para proteger a los civiles.

Las palabras de Yamamoto, jefe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), han llegado durante un acto para publicar el informe anual del organismo sobre la situación del conflicto en 2017.

El documento --desvelado el 15 de febrero-- recoge que alrededor de 3.440 afganos murieron y más de 7.000 resultaron heridos en 2017 a causa del conflicto en el país centroasiático.

Así, la UNAMA ha resaltado que estas cifras suponen un descenso del nueve por ciento en el número de víctimas respecto a 2016, subrayando que la mayoría de las víctimas fueron registradas en atentados suicidas y otros ataques con explosivos de fabricación artesanal.

La segunda causa principal de víctimas civiles en 2017 fueron los enfrentamientos terrestres entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados, si bien se ha registrado un descenso del 19 por ciento en este caso respecto a 2016.

El informe atribuye algo más de dos tercios de las víctimas, concretamente el 65 por ciento, a los grupos armados --42 por ciento a los talibán, diez por ciento a Estado Islámico y trece por ciento a otros grupos--.

Por otra parte, recoge que el 16 por ciento de las víctimas fueron responsabilidad de las fuerzas gubernamentales, el dos por ciento de las fuerzas internacionales, y el uno por ciento a grupos armados progubernamentales y fuerzas progubernamentales no determinadas.

Asimismo, el once por ciento de las víctimas fueron causadas por enfrentamientos no atribuidos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados.

La UNAMA ha señalado además que, entre las víctimas figuran 359 mujeres muertas --un aumento del cinco por ciento respecto a 2016-- y 865 heridas, así como 861 niños muertos y 2.318 heridos --un descenso del diez por ciento en comparación con el año anterior--.

El documento apuntado que los ataques deliberados contra civiles por parte de los grupos armados equivalen al 27 por ciento del total de las víctimas en el país, principalmente en atentados suicidas.

En el caso de Estado Islámico, el informe atribuye a los yihadistas la muerte de 399 civiles, así como 601 heridos, así como el secuestro de otras 199 personas. Entre las víctimas figuran 160 muertos y 252 heridos en seis ataques contra lugares de culto.

Por otra parte, documenta 295 muertos y 336 heridos entre la población civil por bombardeos de las fuerzas internacionales y la Fuerza Aérea afgana, resaltando que supone un incremento del siete por ciento respecto a 2016.

El informe de la UNAMA aplaude las acciones del Gobierno y las fuerzas de seguridad para proteger a las comunidades, resaltando que se ha registrado una reducción del 23 por ciento de las víctimas civiles atribuidas a sus fuerzas.

Por último, recomienda a las partes en conflicto que "tomen todas las precauciones posibles para proteger a los civiles e instalaciones civiles", reclamando a los grupos armados "que cesen los ataques deliberados" y el "uso indiscriminado y desproporcionado" de artefactos explosivos de fabricación artesanal.

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