MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha instado a la UE a establecer "una operación humanitaria de búsqueda y rescate" en el Mediterráneo y ha considerado "preocupante" la propuesta para establecer 'plataformas de desembarco' de migrantes en países ajenos al bloque comunitario.
Bachelet, que ha pronunciado este lunes su primer gran discurso desde que asumió la jefatura de Derechos Humanos de la ONU, ha recordado la necesidad de garantizar una mínima protección a quienes pueden estar huyendo de situaciones de peligro, en la medida en que considera que políticas como las del Gobierno italiano pueden tener "consecuencias devastadoras" para "personas que ya están en una situación vulnerable".
"Aunque el número de migrantes que cruza el Mediterráneo ha caído, la tasa de mortalidad de quienes emprenden este peligroso viaje ha sido durante los primeros seis meses del año mayor de lo que era antes", ha subrayado Bachelet, partidaria de buscar soluciones "constructivas, sostenibles y a largo plazo" que favorezcan por ejemplo las vías legales para emigrar.
En este sentido, ha recordado que la Comisión Europea reconoció recientemente que Libia no es "un lugar seguro" en el que desembarcar a los migrantes rescatados en el Mediterráneo, en la medida en que se siguen registrando casos de "ejecuciones extrajudiciales, privación de libertad, torturas, violencia sexual, trabajo forzado, extorsión y exportación".
Bachelet considera "preocupante" que en este escenario se haya abierto un debate en el seno de la UE para establecer "plataformas regionales de desembarco", toda vez que implica "externalizar la responsabilidad" en materia migratoria a países "con débiles sistemas de protección".
CRÍTICAS CONCRETAS
La Alta Comisionada también se ha referido a casos concretos dentro de la UE para cuestionar, entre otras políticas, las llevadas a cabo por Austria y Hungría en sus respectivas fronteras. En este último caso, ha expresado su preocupación por las "impactantes" informaciones sobre abusos contra migrantes y refugiados que han salido a la luz pública.
Las críticas se extienden también al otro lado del Atlántico, a Estados Unidos, en especial por la "inconcebible práctica" de separar a los niños migrantes de sus familias. A pesar de la decisión del Gobierno de Donald Trump de dar marcha atrás a estas separaciones, "más de 500" menores siguen sin reencontrarse con sus parientes.
Además, Bachelet ha advertido del riesgo que conlleva en materia de libertades y derechos la iniciativa de la Administración de Trump de desvincularse de un acuerdo judicial de 1997 que limita a 20 días el tiempo que un menor puede estar recluido.
