Protestas postelectorales en Kenia
REUTERS / BAZ RATNER
Actualizado: viernes, 11 agosto 2017 19:45

NAIROBI/KISUMU, 11 Ago. (Reuters/EP) -

La Súper Alianza Nacional (NASA, por sus siglas en inglés), coalición opositora de Kenia, ha rechazado los resultados definitivos de los comicios presidenciales celebrados el pasado martes antes de que se difundan porque no ha podido acceder al sistema informático de la comisión electoral, tal y como pedía, para eliminar sus sospechas sobre un supuesto ciberataque que habría decantado la victoria del actual mandatario, Uhuru Kenyatta.

"Hemos expresado algunas preocupaciones serias y no han respondido a ellas, así que, como NASA, no podemos formar parte del proceso que está a punto de producirse", ha dicho el dirigente opositor Musaila Mudavadi, poco antes de que la comisión electoral dé a conocer los resultados definitivos.

Hace apenas unas horas, el jefe electoral de NASA, Jamed Orengo, había anunciado que la coalición opositora estaba dispuesta a aceptar el dictamen de la comisión electoral si ésta les permitía acceder a los servidores para descartar el ataque informático.

Yakub Guliye, un miembro de la comisión electoral encargado de tecnologías de la información, ha esgrimido que NASA se ha limitado a hacer un llamamiento público, sin petición formal, por lo que su solicitud no ha tenido eco.

El candidato de NASA, Raila Odinga, ha denunciado esta semana que el sistema de voto sufrió un ciberataque con el que se habrían manipulado los resultados para garantizar la continuidad de Kenyatta en la Presidencia. La comisión electoral investigó los hechos y concluyó que hubo un intento de 'hackeo' pero no prosperó.

Según el último boletín de la Comisión Electoral, con el 97 por ciento del escrutinio completado, Kenyatta sigue a la cabeza, con un 54,3 por ciento de los votos, frente al 44,8 por ciento que adjudica a Odinga. En cambio, los datos difundidos por el disidente keniano en Twitter le conceden un millón de votos más que al presidente.

El Gobierno ha reforzado la seguridad en Nairobi y otras ciudades kenianas para impedir que se repitan los disturbios de los últimos días, que han dejado cinco muertos.

Esta situación hace temer una ola de violencia como la que se desató tras las elecciones presidenciales de 2007, cuando Odinga perdió frente al entonces dirigente, Mwai Kibak. En solo dos meses, más de mil personas murieron y 600.000 tuvieron que abandonar sus hogares.

Orengo ha amenazado este viernes con nuevas acciones que no ha especificado. "El pueblo keniano nunca ha decepcionado. Siempre que nos han robado una elección, ha estado ahí", ha dicho. "Ir a los tribunales ya no es una alternativa para nosotros. Hemos estado antes", ha añadido.

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