JERUSALÉN, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, espera que Israel atienda las demandas de los 1.600 presos palestinos declarados en huelga de hambre por las precarias condiciones de su encierro y aseguró que cualquier fallecido en esta iniciativa desatará una catástrofe nacional.
En el encuentro del Comité Ejecutivo de la OLP en Ramala (Cisjordania), Abbas aseguró que el estado de salud de los prisioneros es un asunto prioritario para el Gobierno palestino. Los primeros convictos iniciaron el período de hambruna hace ya 76 días.
Se estima que 1.600 prisioneros de un total de 4.800 palestinos encarcelados en Israel participan en esta huelga de hambre desde el pasado 17 de abril para exigir la mejora de las condiciones de su encierro y el fin de las detenciones administrativas indefinidas sin juicio.
Los prisioneros amenazaron el pasado viernes con endurecer las condiciones de la huelga de hambre que mantienen desde hace mes y medio y han advertido de que dejarán de tomar incluso los complementos vitamínicos que les mantienen en pie y de acudir a los exámenes médicos habituales si Israel no modifica la política de aislamiento de presos que figura en su actual régimen penitenciario.
El caso de los iniciadores de la protesta, los presos Bilal Diab y Zaer Halahla, es particularmente grave. Los dos encarcelados, ambos miembros del partido-milicia Yihad Islámica, corren peligro de muerte inminente, según la doctora Anat Litvin, integrante de la ONG Médicos por los Derechos Humanos en Israel.
