Publicado: miércoles, 4 mayo 2016 16:02

Consideran que es un "chantaje" y que "no tiene sentido"

PRAGA, 4 May. (Reuters/EP) -

Los ministros de Exteriores centroeuropeos han rechazado las propuestas presentadas este miércoles por la Comisión Europea en materia migratoria y Hungría ha calificado de "chantaje" los planes de un sistema de cuotas para distribuir a los solicitantes de asilo y las multas para quedarse fuera.

"Respecto a las multas propuestas por la Comisión Europea, es un chantaje", ha declarado el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, tras una reunión con sus homólogos de República Checa, Eslovaquia y Polonia en Praga.

"El concepto de cuotas es un callejón sin salida y me gustaría pedir a la Comisión que no siga avanzando por este callejón sin salida", ha añadido.

Por su parte, el ministro del Interior eslovaco, Robert Kalinak, ha considerado desde Bratislava que la propuesta de Bruselas supone un retroceso en los esfuerzos de la UE para hacer frente a la crisis migratoria y no se corresponde con la realidad.

Kalinak ha opinado que el momento en el que se ha presentado la propuesta es complicado dados los esfuerzos para lograr un consenso respecto al cierre de las rutas migratorias y al acuerdo con Turquía.

"En medio de estas conversaciones tan sensibles, se pone sobre la mesa una propuesta que nos pone de vuelta nueve meses atrás y no respeta la realidad en algunos aspectos", ha declarado.

También el ministro del Interior polaco, Mariusz Blaszczak, ha criticado lo planteado por Bruselas. En su opinión, "es un mal sistema (...) No tiene sentido, viola los derechos de los Estados miembro de la UE", ha sostenido en Varsovia.

PROPUESTA DE BRUSELAS

La Comisión Europea ha propuesto este miércoles que los gobiernos de la Unión Europea que no quieran participar de un nuevo mecanismo de emergencia para repartir la carga de la acogida de refugiados en casos de crisis, puedan eludir esta responsabilidad a cambio de pagar 250.000 euros por cada uno de los refugiados que no acepte.

Con ello Bruselas deja de lado su idea original de crear una ventana única para gestionar un sistema de reparto de cuotas de acogida permanente, y propone reformar el reglamento de Dublín --que obliga a resolver el expediente de asilo en el primer país al que llega la persona-- para incluir el mecanismo de emergencia.

La propuesta, que aún debe ser negociada con los Veintiocho y con el Parlamento Europeo, sí contempla reforzar la Agencia Europea de Asilo (EASO, por sus siglas en inglés) para que registre todas las peticiones de protección internacional presentadas en los Estados miembros y las aceptadas por cada país, con el objetivo de medir la presión sobre cada uno.

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