Milicianos baluches (Pakistán)
REUTERS / STRINGER PAKISTAN
Actualizado: domingo, 10 diciembre 2017 15:36


ISLAMABAD, 10 Dic. (Reuters/EP) -

Las autoridades paquistaníes han informado de que más de 2.000 separatistas baluches se han rendido en los últimos 18 meses y han pasado a formar parte de un programa de amnistía y reintegración diseñado por el Gobierno de Islamabad para poner fin a años de enfrentamiento con las brigadas separatistas de la provincia suroriental de Baluchistán.

Así lo ha hecho saber el ministro jefe de la provincia, Nawab Sanaulá Zehri, tras una ceremonia celebrada en la capital de la región, la ciudad de Quetta, donde 313 milicianos de tres movimientos separatistas distintos han entregado las armas.

"Abrazaré a quienes crean en la integridad y la soberanía de Pakistán pero no tolerará a quienes desafían al Estado", ha dicho Zehri durante la ceremonia, una secuela de la que tuvo lugar en abril y en la que participaron cerca de 400 milicianos.

En esta ocasión, han depuesto las armas 143 integrants del Ejército Republicano Baluche (ERB), 125 del Ejército de Liberación Baluche (ELB) y 17 del Frente de Liberación Baluche (FLB), en un ejemplo de la variedad de grupos que, desde hace una década, exigen la separación respecto del Gobierno central.

Bajo el acuerdo de amnistía, los guerrilleros de a pie recibirán una cantidad aproximada de 4.500 euros y los comandantes, unos 9.000, para ayudar a reconstruir sus vidas en sociedad tras su etapa como milicianos. Este desembolsos ha sido aprobado por las autoridades del gobierno regional de Baluchistán, cuyas fuerzas armadas son uno de los grupos más poderosos del país.

Sin embargo, ONG pro Derechos Humanos critican que la guerra contra el separatismo ha servido para que los militares aprovechen para aplastar cualquier tipo de disidencia verbal, además de que se sospecha que han perpetrado numerosos asesinatos extrajudiciales y desapariciones forzadas, cargos que los militares niegan tajantemente.

Desde un punto de vista económico, la desaparición del separatismo armado puede facilitar el desarrollo de uno de los proyectos de infraestructuras más costosos de la historia de Asia, el corredor que está desarrollando China desde el oeste del país hasta el mar Arábigo y que pasa por Baluchistán.

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